La polución disminuye la calidad del esperma e incrementa el riesgo de abortos
Un grupo de investigadores médicos del hospital del Mar de Barcelona constató que la contaminación atmosférica, además de generar perjuicios en numerosas cuestiones, también afecta a la fertilidad, tanto femenina como masculina.
El estudio, encargado por la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva y publicado en la revista Fertility and Sterility, alerta de los efectos medioambientales en el rubro. En mujeres fértiles, la contaminación reduce la tasa de fertilidad y aumenta el riesgo de aborto y, de la misma manera, en mujeres que recurren a técnicas de fecundación in vitro, el impacto de los contaminantes del aire reduce el número de nacimientos y provoca más abortos.
Así lo afirma en el diario El País de España, el doctor Miguel Ángel Checa, responsable del proyecto de análisis y jefe de la sección de reproducción humana del servicio de ginecología y obstetricia del mencionado centro de salud catalán.
En una de las revisiones, Checa y su equipo estudiaron el impacto sobre la fertilidad masculina y femenina a través del análisis de varios elementos contaminantes: el dióxido de nitrógeno, el dióxido de sulfuro y el monóxido de carbono. La investigación corroboró que las partículas finas —están suspendidas en el aire en estado líquido y sólido y, al inhalarse, pasan a los bronquios y al torrente sanguíneo— generan que, en reproducción asistida, haya menos recién nacidos vivos y más abortos.
Para la obtención de otro de sus hallazgos, el estudio se centró en la calidad del esperma tras evaluar la exposición a los mismos parámetros de contaminación. “Hemos revisado 17 estudios en los que pacientes sometidos a estos niveles de contaminación tienen afectaciones en los espermatozoides, en cuanto al número, a movilidad y su deformidad”, indica el médico. Si la imagen icónica del espermatozoide se caracteriza por una larga cola y una cabeza ovalada, los investigadores han encontrado que, al exponer estas células a la contaminación atmosférica, acaban con cabezas deformes menos fertilizantes.
Lo particular también es que, según aclara Checa, “el factor corrector de la edad de las mujeres influye, porque si es joven, el óvulo es capaz de reparar a un espermatozoide”.