Qué son los humedales, dónde se hallan y cuáles son sus características

Los humedales, el mar y sus principales características fueron los dos temas abordados durante un ciclo de charlas sobre ciencia realizado en Mar del Plata con participación de investigadores del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (IIMyC) y del Instituto de Investigación en Ciencia y Tecnología de Materiales (INTEMA), organismos dependientes del Conicet y la UNMdP. El encuentro tuvo lugar en el marco de la denominada semana de la ciencia impulsada por el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN).

El club TRI resultó el escenario del encuentro participativo que combinó ciencia, ambiente e identidad y convocó a más de 200 personas.

 

Uno de los paneles de exposición en la jornada de charlas sobre los humedales y el mar realizada en el club TRI.

 

Sobre los humedales

Qué son los humedales, dónde se encuentran, cuáles son sus características y cómo se relacionan con la vida cotidiana de la comunidad fueron algunos de los disparadores de la conversación.

En primer lugar abrieron el diálogo durante las charlas sobre la temática de los humedales las investigadores del IIMyC, María de los Ángeles González Sagrario y Paulina Martinetto, y el biólogo e investigador del INTEMA, Juan Pablo Busalmen.

Los especialistas remarcaron la importancia de estos ambientes, que se caracterizan por ser espacios de transición entre ecosistemas terrestres y acuáticos. Su relevancia va desde la provisión de agua, transporte, alimento y recreación, hasta la depuración de efluentes hogareños, en el caso de los humedales artificiales.

“Los humedales son, en muchas partes, el lugar de provisión de agua de las comunidades que los rodean y es importante conocerlos y cuidarlos, porque el agua es un derecho humano”, destacó González Sagrario en un tramo del encuentro.

 

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Por su lado Martinetto añadió que estos ecosistemas cumplen funciones invisibles pero indispensables para la vida, como regular el clima capturando carbono —un gas que contribuye al calentamiento global—, y destacó: “Las marismas, que son un tipo de humedal, son más eficientes en esta tarea que los bosques tropicales o boreales”.

Después de eso, por su parte, Busalmen explicó que los humedales naturales permitieron comprender procesos de depuración que luego se tradujeron en estrategias para mejorar la calidad de vida de las personas mediante el diseño de humedales artificiales para tratar efluentes domiciliarios.

“Una cosa no se puede sin la otra: hicieron falta especialistas en biología, química y ecología que ayudaran a descifrar sus secretos, para que luego más biólogos e ingenieros pudieran diseñar humedales construidos que hoy podés tener en el parque de tu casa y depurar los efluentes hogareños”, sostuvo el investigador.

 

 

Tras abordar el tema de los humedales, la conversación giró hacia el mar

Luego de hablar de las principales características de los humedales, la socióloga Ariadna Gorostegui y los biólogos Pablo Meretta (ambos del IIMyC) y Florencia Salcedo (del INTEMA) estuvieron a cargo de la segunda parte del intercambio vinculado al mar.

Gorostegui analizó cómo históricamente la presencia del mar ha sido subestimada, tanto desde aspectos productivos como identitarios. “Tenemos una de las zonas económicas exclusivas más grandes del mundo y, sin embargo, estamos en el puesto 21 de producción pesquera, con un consumo interno mínimo de 7,2 kilos por habitante por año, mientras que a nivel mundial se considera que este número alcanza los 20,6”, indicó la especialista.

 

 

A su turno Salcedo añadió que la productividad del mar no se limita a proveer alimento. “Argentina es uno de los principales exportadores de langostinos del mundo y esta industria genera una enorme cantidad de residuos, que muchas veces son descartados sin tratamiento a lo largo de la costa patagónica. Estas acumulaciones afectan la biodiversidad marina y costera, incluyendo a las poblaciones de ballenas que visitan nuestros mares. Desde UNIBAIO fabricamos micropartículas a partir de los desechos de las cáscaras de langostinos, y las utilizamos para generar nuevos productos para el agro, que sean menos tóxicos para el ambiente y la salud, con la ayuda de la nanotecnología”, explicó la investigadora.

Finalmente Meretta, quien investiga la dinámica de comunidades biológicas que habitan en arrecifes naturales y artificiales de la zona, remarcó la importancia de contar con información de base sobre el estado de estos ecosistemas. “Dicha información no solo es clave para su conservación, sino también como punto de partida para las actividades productivas que sostienen a la ciudad, así como para las industrias y actividades recreativas que el mar provee”.




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