El playerito pectoral, un ave capaz de volar 13.000 kilómetros para procrear
Esta semana se conoció la historia del Calidris melanotos, una especie de ave que pasa la mitad de su vida en el hemisferio sur y la otra en las inmediaciones del círculo polar ártico, y al cual la posibilidad de apareamiento lo lleva a extremos absurdos.
En una publicación del diario El País de España, a través de la revista Nature, Bart Kempenaers y Mihai Valcu, del Instituto Max Planck de Ornitología en Seewiesen (Alemania), revelaron una investigación basada en la colocación de sistemas de seguimiento al playerito pectoral para seguir sus movimientos, algo que tiene desarrollo desde hace muchos años.
Con las mediciones descubiertas, comprobaron que después de recorrer cerca de 14.000 kilómetros desde sus refugios invernales en América del Sur, los playeritos pudieron continuar volando, viajando de un lugar a otro para encontrar hembras receptivas.
La distancia promedio recorrida por cada uno de estos animales era de 3.000 kilómetros, pero el récord superó los 13.000. Durante el mes en que los individuos de esta especie están en celo, los machos son capaces de recorrer miles de kilómetros en busca de hembras con las que tener encuentros breves antes de partir en busca de nuevas parejas.
Kempenaers y Valcu descubrieron que los playeritos, de media, visitaron ocho lugares en los que, intuían, podían encontrar posibilidades de cópula. El más tozudo llegó a pasar por 24 de esos sitios en los que, de media, los machos solo permanecían 1,2 días, prolongando su estancia si el número de hembras era mayor.
Tiempo atrás, sobre la misma especie de ave, los especialistas siguieron a 149 playeritos, sobre los que fueron capaz de medir su actividad cerebral y observaron que podían aguantar sin apenas dormir durante el tiempo en que las hembras son fértiles. Uno de los machos estudiados llegó a estar activo durante el 95% del tiempo casi tres semanas. En aquel trabajo también se observó que la falta de sueño les compensaba: los individuos más activos acapararon más hembras y produjeron más crías.
Las nuevas tecnologías, como los dispositivos de cinco gramos que se incorporaron a los playeritos para analizar su comportamiento, van a permitir conocer como nunca antes las vidas de pájaros como estos, que rondan los 100 gramos. Además de ofrecernos historias fascinantes, esta información será una herramienta para conocer la biodiversidad del planeta y protegerla.