Los satélites argentinos, también al servicio del agro y del ambiente

A fines de marzo, el país pondrá en órbita el Saocom 1B y, con el aporte del INTA, la información brindada por los satélites sobre el agua disponible en los suelos permitirá mejorar la eficiencia en el manejo de los cultivos. La tecnología de observación de la Tierra también aportará al desarrollo de políticas públicas sobre humedales y bosques.

Según señalaron desde el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, uno de los principales objetivos de la misión será aportar información útil para la toma de decisiones en el sector agropecuario.

Los dos satélites que forman parte de la misión Saocom fueron desarrollados y fabricados por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) junto con la empresa Invap, contratista principal del proyecto, la firma pública VENG, la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y el Laboratorio GEMA de la UNLP, entre las 80 empresas de tecnología e instituciones del sistema científico tecnológico del país.

Se trata de los primeros satélites argentinos equipados con un radar de apertura sintética (SAR, por sus siglas en inglés Synthetic Aperture Radar), capaz de medir la humedad del suelo.

 

Los mapas de humedad, parte de la información que aportarán los satélites argentinos (Fotos gentileza INTA).

 

“Con esta información es posible hacer más eficiente el manejo de enfermedades en cultivos y su fertilización, gestionar emergencias tales como inundaciones, desplazamientos del terreno y detectar derrames de petróleo”, resaltaron desde el INTA.

Laura Frulla, investigadora principal de la Misión Saocom, destacó que “fue un desafío muy importante para la Argentina, porque no teníamos conocimientos previos sobre la tecnología para la construcción y puesta a punto de satélites de este tipo”.

Frulla también subrayó el rol del INTA al entender que “fue fundamental”, en particular los protocolos aportados por Francisco Damiano, especialista en agrohidrología y física de suelos, quien trabajó desde el Instituto de Clima y Agua del INTA.

Al respecto, Damiano puntualizó que con las mediciones del radar es posible conocer la permitividad de los suelos, a partir de la cual se obtiene la humedad del suelo, un factor crítico para la producción agropecuaria.

“Además de indicar si avanzar con la siembra de un cultivo en particular, la información que nos brinde este satélite argentino nos alertará con anticipación la posibilidad de ocurrencia de una enfermedad de cultivos y servirá para diseñar diversas estrategias de fertilización”, agregó el investigador.

Mapas de humedad

Los mapas de humedad de suelo serán elaborados sobre un área de interés de alrededor de 83 millones de hectáreas de la región pampeana argentina. Mediante un convenio de colaboración entre el INTA y la Conae, la información brindada por la Misión Saocom ayudará a que los productores sepan cuál es el mejor momento para la siembra, fertilización y riego, en cultivos como soja, maíz, trigo y girasol.

Asimismo, brindará soporte en relación al uso de productos químicos para el control de enfermedades en cultivos, en particular para la fusariosis en el trigo.

Políticas públicas: humedales y bosques

Por otra parte, José Volante, coordinador del Programa Nacional de Recursos Naturales y Gestión Ambiental del INTA consideró que los satélites “podrían brindarnos nueva información sobre la altura de los árboles y de la cantidad de ejemplares ubicados en determinadas áreas, cuya medición actual es imprecisa y que son fundamentales para la Ley de Bosques”.

“También podrían ser un aporte importante para la Ley de Humedales que hoy se está discutiendo en la Argentina, que busca proteger estas áreas. Los sensores ópticos no pueden detectar si estamos en presencia del humedal. En cambio el radar podría colaborar con la detección de humedad de suelo, por lo cual también posee una implicancia en las políticas publicas”, concluyó.


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