California 2018, punto de no retorno en el camino hacia la despenalización de la marihuana
Desde este 1 de enero, la región más poblada de Estados Unidos se incorpora a la lista de estados que permiten el comercio y consumo de marihuana para uso recreativo. A partir del 2018, uno de cada cinco estadounidenses tendrá acceso a marihuana legal.
California aprobó en referéndum la legalización de la marihuana recreativa en noviembre de 2016, en las mismas elecciones que ganó Donald Trump. E impuso reglas básicas del comercio de marihuana que comienzan a regir desde lunes.
- Los mayores de 21 años pueden comprar hasta 28,5 gramos por persona cada vez, en tiendas autorizadas.
- Solo se puede tener una onza, por lo tanto para comprar más hay que usar el producto o dárselo a alguien (los particulares no pueden vender).
- No se puede fumar en público ni a menos de 300 metros de un colegio o parque infantil, de acuerdo con las ya de por sí leyes californianas sobre el tabaco.
- Tampoco se puede fumar conduciendo.
- Se pueden cultivar hasta seis plantas en casa.
- El producto no puede salir del estado, ni siquiera por las fronteras con Oregón y Nevada, donde también es legal.
- El estado cobrará un 15% de impuestos sobre la venta.
- Los municipios pueden añadir sus propios impuestos (10%).
- Cada planta de marihuana legal estará identificada.
- La autorización a los dispensarios de marihuana depende de las autoridades locales.
Con la apertura del mercado en California se agudizarán las contradicciones legales en torno a la marihuana en Estados Unidos. La planta es considerada una sustancia ilegal al mismo nivel que la heroína por el gobierno federal. Es decir, que es ilegal en Estados Unidos pero legal en ocho estados, y a su vez ilegal en algunas ciudades de esos estados, donde los políticos locales se niegan a facilitar su comercio. Formalmente, el FBI puede detener a cualquiera que compre o venda marihuana de manera perfectamente legal en su estado, con el tique de compra en la mano y al corriente de los impuestos.