60 días de incertidumbre para los casineros: una historia, cientos de dudas

Alejandro Pepepo es uno de los trabajadores del casino de Mar de Ajó, una de las salas de juego que cerrará próximamente según lo anunciado por la gobernadora Vidal hace exactamente dos meses. En diálogo con Telégrafo, el joven contó las complicaciones que supone para su vida la determinación llevada adelante por la gestión Cambiemos.

La historia de Alejandro es una de las varias decenas de otras historias que desde el 5 de enero están atravesadas por una auténtica incógnita. “La situación en cada caso es distinta, a cada uno le va tocando ver como la resuelve”, reconoce este también docente del partido de La Costa, con funciones en la localidad de San Clemente del Tuyú.

“En mi caso me veo imposibilitado de trasladarme a otro destino por mi profesión educativa. Y lo peor es que no hay una respuesta clara de parte del Instituto Provincial de Lotería y Casinos, ni de las autoridades del gobierno. Estamos esperando desde el 6 de enero saber qué se pretende para nuestro futuro. No hubo más novedades, nada concreto” reflejó Pepepo.

El casino de Mar de Ajó quedó afuera de las licitaciones lanzadas y cerrará sus puertas a fines de abril. Las otras salas de juego afectadas son las de Necochea y las de Valeria del Mar, sobre la que los gremios no expresan mayor preocupación por no contener trabajadores en esa ciudad. El principal enojo de los afectados es que el anuncio de la mandataria se dio a conocer desprovisto de cualquier especificación sobre el porvenir de los empleados.

 

El casino de Valeria del Mar, en el distrito de Pinamar, el único de cierre definitivo que no afectará a trabajadores locales.

 

“Nos han dicho por parte del sindicato que esperan que nos re-ubiquen en otros casinos. El más próximo es el casino de Pinamar, que está en el bosque. Pero la movilidad de viaje, las horas de trabajo, traslado, suponen un gran problema. En mi caso estoy acostumbrado a viajar, sin embargo hay otras personas que no se animan a viajar en la ruta. Hay mujeres con hijos pequeños que no podrán trasladarse. Más otras miles de situaciones de tormentas o con problemas con el auto en las carreteras”, graficó el joven.

La antigüedad como casinero de Alejandro superó la década y su porvenir laboral está en duda, como el de otras cuarenta familias que se verán damnificadas. “Vivimos entre la incertidumbre y el malestar de los compañeros, muchos de los cuales ya saben que no podrán trasladarse”, describió Alejandro.

Para los gremios del sector, los motivos planteados por el gobierno de Vidal para concretar los cierres, relacionados a la lucha contra la ludopatía, son falsos, con estadísticas que así lo demuestran. “De la forma en que se está manejando este gobierno, a mí no me sorprendió esta determinación política de continuar claramente con una idea privatista y la de repartir el negocio con sus amigos. Para nosotros corre riesgo directamente todo el Instituto de Lotería”, sentenció Pepepo, en clara referencia a los negocios que el empresario Daniel Angelici, con llegada directa a los gobiernos nacional y provincial, mantiene en el rubro de los bingos.

 

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