Fernández asume la presidencia: “No hay progreso sin orden económico”
Alberto Fernández asumió este martes la presidencia de Argentina. La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner lo acompañará durante cuatro años como vicepresidenta. En una ceremonia en el Congreso, el líder peronista recibió los atributos del mando de manos de su predecesor, Mauricio Macri.
En uno de sus anuncios más contundentes respecto a lo que será su gestión, Fernández avisó que no aplicará el Presupuesto 2020 impulsado por el gobierno saliente y aclaró que el nuevo proyecto de cálculos y recursos deberá esperar a ver cómo se resuelve la problemática de la deuda con el FMI adoptada por Macri.
Al respecto de esa negociación, el presidente expresó: “No hay pago posible si el país no crece. Para poder pagar, primero hay que crecer. El país tiene voluntad de pagar, pero no tiene recursos para hacerlo. Los acreedores han apostado por un modelo que ha fracasado en todo el mundo. No prometeremos planes que no podamos cumplir”, sentenció.
A continuación, en otro tramo de su discurso, hizo referencia a la herencia recibida: “Faltaría a la verdad si no compartiera el escenario que hoy asumimos. Si no hiciera esto no podría explicar que llevará algún tiempo lograr lo que queremos. La inflación es la más alta desde 1991, la desocupación la más alta desde 2006, la Argentina no para de achicar su economía, el PIB per cápita es el más bajo desde 2009 y la pobreza es la más alta desde 2008”, detalló.
“Vamos a poner a la Argentina de pie” dijo Fernández y anunció una política de obras de infraestructura “de ejecución rápida y empleo de mano de obra”. “Nuestro compromiso es garantizar la transparencia del uso de los recursos”, aclaró en una referencia velada a las denuncias de corrupción que arrastra el kirchnerismo.
Fernández hizo oficial finalmente su anticipado anuncio de campaña para que el área de Salud vuelva a ser ministerio, luego de que Macri redujera su categoría a Secretaría. “La desatención que ha padecido la salud argentina está a la vista. Hoy padecemos el peor brote de sarampión de los últimos 20 años”, reflejó.
Sobre las relaciones exteriores, Fernández avisó: “Queremos una diplomacia comercial dinámica” y aseguró que la integración será global, pero con raíces en los “intereses nacionales”. “Lo que hacen todos los países desarrollados”, ejemplificó.
Fernández ratificó también que volverá a impulsar el reclamo de Argentina sobre la soberanía de las islas Malvinas. “No hay lugar para el colonialismo”, dice. “Defenderemos nuestros derechos soberanos sobre las islas Malvinas y sus recursos, porque pertenecen a todos los argentinos”.
Posteriormente, sobre otro punto de su gestión, Fernández anunció: “He decidido que sea intervenida la Agencia Federal de Inteligencia” y prometió una reestructuración de todo su sistema. “Derogaré el decreto de 2016 de la anterior Administración, que consagró el secreto para el uso de los fondos reservados de los agentes”, avisó.
Al respecto de ese polémico tema, Fernández dijo que destinará los fondos reservados que iban a parar a tareas de espionaje interno a financiar un fondo contra el hambre. “Lo mismo haremos con el resto de los fondos reservados”, agregó.
“Nunca más al Estado secreto, nunca más a los sótanos de la democracia, nunca más es nunca más”, repitió varias veces Fernández, en un homenaje al “nunca más” lanzado por el fiscal Strassera en su alegato final en el juicio contra la junta militar de la última dictadura argentina.
Más tarde entró de lleno sobre el uso de los recursos del Estado en publicidad: “Queremos una prensa independiente del poder. Queremos que los avisos no sean propaganda, sino que mejoren el aprendizaje de nuestros jóvenes”, dijo Fernández. “No queremos avisos pagados con dinero de todos para que elogien las bondades del Gobierno de turno”, fustigó.
Sobre el final el presidente se refirió a la violencia machista y expresó: “Ni una menos debe ser una bandera de toda la sociedad. Es deber del Estado reducir la violencia contra las mujeres, hasta su total erradicación”, detalló Fernández, en medio de aplausos. “Abrazaremos a todos los que sean discriminados”, agregó enseguida.
Por último, dejó todo un mensaje y advirtió “a los que están en una mejor situación económica” que no se les puede “pedir más esfuerzos a los que no llegan a fin de mes”. “Le pedimos a los que más tienen un mayor aporte solidario”.
“Quisiera que seamos recordados porque logramos unir a la mesa familiar, por haber sido capaces de superar la herida del hambre, por haber superado la lógica perversa de una economía que gira alrededor de la infertilidad para las grandes mayorías”, concluyó.
Debe estar conectado para enviar un comentario.