Este martes, el gobierno de Argentina firmó en Copenhague el contrato de compra de 24 aviones de combate, modelo F-16, de fabricación estadounidense.
El costo total estimado para Argentina ronda los 190 millones de dólares, que Estados Unidos financiará parcialmente.
Sobre los aviones de combate que compró Argentina
Los F-16 son aviones polivalentes, es decir, que pueden realizar una amplia gama de tareas, desde el combate aéreo hasta el ataque a objetivos terrestres.
Son rápidos, fáciles de maniobrar y han sido utilizados por las fuerzas aéreas de casi 30 países.
Se trata de aviones con unas cuatro décadas de antigüedad, que han sido modernizados y mantenidos en muy buenas condiciones y que Dinamarca vende para reemplazarlos por los modernos F-35.
Expertos coinciden en que con ellos la Fuerza Aérea Argentina volverá a estar entre las más avanzadas de la región, sólo detrás de Brasil y Chile.
Al contrato de compra de los F-16, que empezarán a entregarse en 2025, le quedará pendiente un segundo acuerdo de Argentina con Estados Unidos que es clave: el sistema de armas con el que se montarán los aviones.
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Una compra a Dinamarca con el aval de Estados Unidos
El presidente Javier Milei se decidió por los aviones usados de Estados Unidos en lugar de los nuevos JF-17 ofrecidos por China que tenían una dotación armamentística más amplia.
La decisión es geoestratégica: a Estados Unidos le interesa frenar el avance chino en América Latina y a Milei recibir la aprobación como colaborador estrecho del país norteamericano.
Hace años que Argentina busca nuevos aviones que le permitan recuperar la capacidad militar aérea que perdió hace una década, cuando desmanteló el Mirage con el que combatió en la guerra de las islas Malvinas en 1982 contra el Reino Unido.
Justamente el mayor obstáculo para adquirir aviones fue siempre el veto británico. Desde Londres se oponían a la venta de cualquier equipo militar que contenga componentes británicos para salvaguardar su dominio de las islas del Atlántico Sur contra los reclamos de soberanía de Argentina sobre ellas.
Ese veto obligó a la Argentina a descartar varias de las opciones que se barajaban, entre ellas, los denominados Super Etendard que compró el expresidente Mauricio Macri con el argumento de repeler un posible ataque durante la cumbre del G-20 celebrada en Buenos Aires a fines de 2018. Los británicos se negaron a vender repuestos para los asientos y esos aviones nunca pudieron despegar.
✈️ Firmamos la compra de los F-16 gracias al liderazgo de @JMilei y el apoyo de nuestros aliados que comparten nuestros valores de la democracia y libertad, estamos fortaleciendo la defensa y seguridad de todos los argentinos. pic.twitter.com/5QM97Wy8ol
— Luis Petri (@luispetri) April 16, 2024
¿Por qué Argentina necesita aviones de combate?
En contraste con esta importante inversión en defensa, en sus primeros meses la administración Milei ha aplicado grandes recortes en el gasto público en pensiones, educación, salud, ciencia y obras públicas.
La justificación es el momento del mundo en el que se vive una escalada de guerra. En consecuencia los aviones representan una herramienta de disuasión contra posibles amenazas externas.