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Justicia por Fausto: una lucha por la seguridad en la construcción

El proceso judicial por la muerte de Fausto Maldonado, un joven de 19 años que falleció tras caer desde un quinto piso mientras trabajaba sin medidas de seguridad en una obra en Pinamar, avanza con cinco imputados por homicidio culposo. 

Este caso pone de manifiesto una problemática estructural en la industria de la construcción: la falta de controles efectivos en materia de seguridad laboral. Se trata de una omisión que continúa cobrando vidas tanto en esa ciudad, donde el desarrollo inmobiliario es la segunda actividad económica, como en otras localidades de la costa atlántica.


El caso de Fausto

El 12 de agosto de 2023, Fausto Maldonado cayó desde un quinto piso en la obra de Positive Tower 3 & 4, ubicada sobre la avenida Bunge en Pinamar. La investigación constató que, a pesar de la altura, Fausto no contaba con elementos de seguridad al momento del accidente. 

Además, se detectaron numerosas irregularidades de seguridad en la obra, la cual no había sido inspeccionada por la municipalidad.

En la causa por la muerte de Fausto, a cargo del fiscal Juan Pablo Calderón, hay cinco imputados por homicidio culposo. Son Iván Renkine y Gustavo Mari de la constructora Dinamismo Inmobiliario, el arquitecto Gustavo Macías, el licenciado en seguridad Rubén Coniglio y el contratista Silvano Peredo.

 

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La imputación por homicidio culposo se basa en la consideración del fiscal de que los imputados actuaron negligentemente, creando un entorno de trabajo que propició la caída. “El fiscal me explicó que la situación en la que trabajaban en ese edificio era tan precaria y nefasta que tomó la determinación de imputarlos a todos”, declaró Carina Zabala, madre de Fausto.

Asimismo, añadió que “el homicidio culposo en este caso se debe a que ellos -los imputados- construían a sabiendas de que no proporcionaban las medidas de seguridad a sus empleados”.

 

Fausto Maldonado murió al caer de un quinto piso en una obra en Pinamar.

 

Testimonio de la UOCRA

En la causa por la muerte de Fausto, la UOCRA emitió una declaración testimonial. Si bien el gremio no tiene facultades de control directo en las obras sin la presencia del Ministerio de Trabajo, su función principal es informar y solicitar inspecciones. 

Es decir, el sindicato puede requerir inspecciones al Ministerio, pero no realizarlas por cuenta propia. Sin embargo, en su declaración testimonial, la UOCRA negó haber inspeccionado obras de la constructora Creadora de Ideas. 

El secretario adjunto de UOCRA Mar del Plata aportó una preocupante evaluación técnica sobre las condiciones de seguridad en la obra donde falleció Fausto. Al examinar las fotografías de Positive Tower, identificó múltiples irregularidades.

 

Fausto tenía 19 años al momento de su muerte, en 2023.

 

Así, señaló la falta de una bandeja de contención que debería ascender piso a piso con el avance de la construcción, la ausencia de una red envolvente para prevenir caídas y la existencia de huecos sin protección donde los obreros deberían estar asegurados con arnés. 

“De lo que se observa en las fotografías, se advierte el incumplimiento de las medidas de seguridad en la obra”, concluyó en su testimonio. De igual forma, añadió que la posesión de una póliza de seguro por parte de un obrero no garantiza el cumplimiento de la normativa laboral.

Otros incidentes en la construcción

Fausto no fue el primer trabajador de la construcción en morir en un accidente laboral en la zona; otros casos similares han llegado a la atención pública. 

En 2020, Yamil Urquizo, de 22 años, falleció al caer por el hueco del ascensor desde el segundo piso hasta el subsuelo durante la construcción del complejo Renata Norte. Este tipo de incidentes no se limita a Pinamar, sino que también se observa en otras localidades de la costa atlántica bonaerense.

 

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Un caso particularmente grave y reciente es el derrumbe del hotel Dubrovnik en Villa Gesell, donde murieron ocho personas, cuatro de las cuales eran obreros que pernoctaban en la obra. 

Previamente, la Inspección de Edificios Privados de la localidad había ordenado la paralización de una de las dos obras que se llevaban a cabo en el edificio, una prohibición que no fue acatada.

 

El hotel Dubrovnik se derrumbó en Villa Gesell.

 

También se registra el colapso del centro cultural de Santa Teresita en 2018, que causó la muerte de seis trabajadores. La investigación de este caso reveló graves negligencias: no solo la obra carecía de los controles técnicos necesarios, sino que también se cuestionó la calidad de los materiales empleados. 

Si bien varios responsables fueron condenados, las familias de las víctimas denunciaron demoras en el proceso judicial y la falta de una justicia plena. Al respecto, destacaron los “riesgos inherentes a la corrupción y la deficiente fiscalización en proyectos de infraestructura pública”. 

Asimismo, a estos trágicos sucesos se suman otros de menor repercusión mediática, como el ocurrido en 2022 en Villarobles, partido de La Costa, donde Luciano Martínez murió aplastado mientras descargaba manualmente un camión de aberturas.

 

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Concientización y medidas de seguridad

A pesar de la recurrencia de estos accidentes, la actividad de los desarrollos inmobiliarios continúa en Pinamar. Si bien la construcción es un sector importante para la economía local, casos como el de Fausto ponen en relieve la necesidad de reforzar los controles y las medidas de seguridad. 

Telégrafo se contactó con la dirección de Obras Particulares y la municipalidad de Pinamar para obtener datos precisos sobre la cantidad de inspectores dedicados a la supervisión de obras y el número de sanciones aplicadas por infracciones a las normas de seguridad en lo que va del año. Al momento de la publicación, no se recibió respuesta a estas solicitudes.

Para los obreros, trabajar en altura implica mayores riesgos y, por lo tanto, exige una mayor rigurosidad en las medidas de seguridad. 

 

Por la muerte de Fausto, hay cinco imputados por homicidio culposo.

 

En este contexto, los trabajadores más jóvenes son especialmente vulnerables, ya que, al carecer de experiencia y, a menudo, de las herramientas necesarias para trabajar de forma independiente, suelen emplearse en este tipo de obras, que actualmente presentan una alta demanda de mano de obra.

“Tenemos que ser más conscientes de que cuando pasamos por un edificio y vemos a un obrero sin casco, sin cabo de vida y sin arnés, es una persona que tal vez ese día no pueda volver a su casa”, afirmó Carina, quien enfatizó la necesidad de que la comunidad tome conciencia de estos riesgos. 

Justicia por Fausto

Carina Zabala lidera “Justicia por Fausto”, su lucha por justicia por la muerte de su hijo así como para visibilizar los peligros de la construcción. Desde principios del 2024 ella realiza ‘sirenazos’ semanales en dos puntos clave: el edificio donde falleció Fausto, como representación de los imputados, y la municipalidad, por su falta de controles. 

“Justicia por Fausto, para mí, es que controlen las obras en construcción; es mayor seguridad para los obreros”, cerró.

 

Carina Zabala, la mamá de Fausto, busca justicia.

 

Cómo denunciar irregularidades

Las medidas de seguridad incluyen el uso de casco, borceguíes, anteojos de seguridad y, para trabajos en altura, una línea de vida (o cabo de vida) amarrada a un punto de anclaje y un arnés de seguridad con dispositivo de amortiguación. 

Para denunciar irregularidades en la seguridad de una obra, basta con fotografiar el cartel municipal de la obra y enviar la imagen al Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires. Además, también es posible realizar denuncias directamente a las municipalidades correspondientes, utilizando los canales de comunicación habilitados por cada una.


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