A Trump no le gustan los subsidios: un freno al gran negocio del biodiésel argentino
El Departamento de Comercio de los Estados Unidos decidió aplicar un arancel provisional superior al 50% al biocombustible procedente de Argentina e Indonesia por considerarlo subsidiado.
«Estados Unidos valora su relación con Argentina e Indonesia, pero incluso las naciones amigas deben cumplir las reglas», señaló el secretario de Comercio estadounidense, Wilbur Ross, en un comunicado emitido el martes último.
La medida afecta a una industria argentina que envía a Estados Unidos el 95% de sus exportaciones y que generó ingresos por 1.243 millones de dólares en 2016.
«La subvención de los bienes por parte de gobiernos extranjeros es algo que el gobierno de Trump toma muy en serio, y seguiremos evaluando y verificando la exactitud de esta determinación preliminar», agregó Ross.
El biodiésel argentino paga un arancel del 4,5% en Estados Unidos. La National Board Biodiesel (NBB) presentó una denuncia contra Argentina el pasado marzo y solicitó que se elevase el arancel al 23,3%. El aumento impuesto por la administración Trump es más del doble del que pedían las empresas estadounidenses.
El biodiésel argentino no tiene retenciones a la exportación, mientras que el aceite de soja está sujeto a un impuesto del 27%. Ese diferencial hace conveniente la transformación del aceite de soja en biocarburante. Estados Unidos considera este sistema de retenciones un subsidio encubierto.