Aguas contaminadas por arsénico: un mapa que volvió esencial la prevención

Desde el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) presentaron un mapa actualizado sobre la presencia de arsénico en las aguas subterráneas de Argentina, una herramienta esencial para monitorear cuánto de ese componente de origen geológico existe y qué zonas del país se hallan más contaminadas. Los resultados generaron una gran preocupación y merecen por estos días un intenso debate por la salud de la población.

En primer lugar es importante destacar que la ingesta sostenida en el tiempo de aguas contaminadas con arsénico incrementa el riesgo de padecer un cuadro clínico tipificado como hidroarsenicismo crónico regional endémico (HACRE).

En consecuencia su falta de tratamiento genera patologías como el cáncer de pulmón, el cáncer de laringe, la tos crónica y/o persistente y la fibrosis pulmonar.

 

Alerta en el fin del mundo: detectan microplásticos en el aire del canal Beagle

 

El mapa de arsénico en Argentina

Como la presencia de arsénico puede variar según la profundidad del pozo del cual se alimenta de agua a un inmueble, hay muchas disparidades según la geografía de la Argentina. Laderas, suelos sedimentarios y capas liberaron metaloides como el arsénico durante miles de años hasta alcanzar acuíferos que abastecen a pueblos y ciudades. Por esa razón, el arsénico aparece incluso en zonas sin actividad industrial intensa.

Es clave entender que la contaminación por arsénico es natural e histórica, por tratarse de un fenómeno geológico. De hecho, los valores cuantificados no cambian demasiado con el tiempo. 

Según el relevamiento del ITBA, el problema es amplio: unas cuatro millones de personas en Argentina viven expuestas potencialmente al arsénico a través del agua o de los alimentos preparados con ese recurso.

El mapa integró más de 350 muestras y mostró que el 70% del territorio bonaerense presenta niveles superiores a los recomendados, al igual que extensas zonas de la llanura que abarca regiones de la provincia de Córdoba, el sur de Santa Fe y sectores de La Pampa.

 

 

¿Qué significa cada color del mapa sobre el arsénico?

El mapa elaborado por ITBA presenta ubicaciones donde se ha medido la presencia de arsénico con registros de diferentes concentraciones.

Según los parámetros establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el arsénico es una de las 10 sustancias químicas consideradas más preocupantes para la salud pública.

 

 

Menor a 10 ppb

Agua segura para consumir según los valores máximos recomendados por la OMS.

10 a 50 ppb

Precaución: se deben completar estudios para decidir si consumiendo agua con estos valores se aumenta la posibilidad de desarrollar cuadros de enfermedades como el HACRE.

Mayor a 50 ppb

No consumir para ingesta directa y cocción de alimentos. Reemplazar por otra fuente de agua segura.

 

 

Cómo enviar una muestra de agua para medir el arsénico

Cualquier ciudadano que sospeche que su agua pueda tener arsénico, tiene la posibilidad de enviar una muestra en una botella plástico chica de agua mineral y debe completar inicialmente el siguiente formulario https://forms.gle/udKUGiJbQJv5ScYU6.

Después de eso la muestra tiene que llegar a la sede del laboratorio de ingeniería química y medio ambiente del ITBA situado en la ciudad de Buenos Aires, en calle Iguazú 341, en el lapso de 8 a 18 horas de lunes a viernes.

Además la muestra tiene que estar rotulada con nombre y apellido de quien la envía.