Medio siglo de dulzura: ‘Hans El Alemán’ y una gratitud especial en Villa Gesell

El emprendimiento pastelero y productor de chocolates ‘Hans El Alemán’ cumplió 50 años de trayectoria en el partido de Villa Gesell y recibió un reconocimiento especial por semejante logro: una tradición familiar actualmente a cargo de Andrés Hübert que se ha destacado a lo largo de las últimas décadas, generación tras generación, con reiterados premios y elaboraciones muy demandadas.

Liderada por el intendente del distrito, Gustavo Barrera, una comitiva municipal geselina integrada por el actual concejal Emiliano Felice visitó las instalaciones de trabajo del proyecto para agradecer en persona la tarea realizada por Hübert y sus antepasados en el último medio siglo.

Años atrás, en el marco de la celebración de la ChocoGesell, uno de los contenidos especiales de Telégrafo retrató la historia de vida de la familia alemana dedicada a la pastelería y que desde hace una década también resalta por sus producciones de chocolates.

 

La historia de ‘Hans El Alemán’ y sus exquisitos chocolates geselinos

 

Sobre ‘Hans El Alemán’ y sus comienzos en Villa Gesell

Con tradición de amor y pasión por la pastelería y trascendencia en el tiempo en la comunidad geselina, ‘Hans El Alemán’ llegó a su 50º aniversario.

Barrera, Felice, la presidenta del Concejo Deliberante, Miryan Oillataguerre, y la concejal Sofía Tineo, visitaron a Hubert y conversaron sobre la historia de la familia.

 

 

“Mi viejo llegó a Argentina después de la guerra. La comunidad alemana le dio alojamiento y comenzó a trabajar en gastronomía en Buenos Aires. Mi abuelo, que era médico, en el año 1945 escuchó hablar de Villa Gesell. Él, un amante de la vida silvestre, rústica y natural, vino a conocer el lugar y compró este terreno (Paseo 110 y Avenida 4), que Carlos Idaho Gesell le mostró y le vendió”, rememoró Andrés.

Después de eso el productor pastelero contó cómo se desarrolló el grupo: “Mi papá conoció a mi mamá, una artista. En una de sus visitas a la ciudad de vacaciones, ella le sugirió a mi papá vender tortas para quedarse unos días más. Las primeras fueron la de chocolate, un clásico que ahora está en promoción por el aniversario, además de las de manzana y ricota. A partir de ahí comenzamos con ‘Hans el Alemán’, ya que así lo llamaban los compradores: Hans o el Alemán”.

 

Villa Gesell

 

Sobre su conocimiento como pastelero, Andrés recordó que aprendió de la cocina junto a sus padres. “Me crié jugando con las ollas”, resaltó.

El emprendimiento, más allá de la pastelería tradicional, incursiona en la chocolatería con notable éxito y es uno de los productos más requeridos, ganador de premios en la Fiesta del Chocolate Artesanal que cada año se celebra en Villa Gesell en torno al fin de semana largo de agosto.




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