Prevención y síntomas: cómo evitar intoxicaciones por monóxido de carbono
Con la llegada del invierno, aumentan los riesgos de intoxicación por monóxido de carbono (CO), un gas altamente tóxico, incoloro e inodoro que se produce por la combustión incompleta de materiales como leña, gas, carbón o kerosene. Su acumulación en ambientes cerrados puede causar síntomas leves o incluso la muerte.
Según autoridades sanitarias, las intoxicaciones por monóxido de carbono suelen intensificarse durante los meses fríos debido al uso de artefactos de calefacción mal instalados o sin mantenimiento adecuado. Estufas, calefones, hornallas y braseros son fuentes habituales de este gas cuando no cuentan con una correcta ventilación.
Revisión de artefactos: claves para la calefacción segura en el hogar
Los síntomas más frecuentes de intoxicación incluyen dolor de cabeza, mareos, náuseas, vómitos, debilidad, somnolencia y confusión. En casos graves, puede provocar pérdida de conocimiento, convulsiones, paro respiratorio y la muerte.
Es que el monóxido de carbono actúa silenciosamente: se acumula sin ser percibido y reemplaza al oxígeno en la sangre, afectando el funcionamiento del cerebro y el corazón.
Cómo prevenir intoxicaciones
Las medidas de prevención son sencillas pero fundamentales:
-Verificar que estufas y calefones estén instalados por gasistas matriculados.
-Evitar el uso de braseros o estufas a querosene en ambientes cerrados.
-No dormir con estufas prendidas sin ventilación.
-Controlar que las llamas de los artefactos a gas sean siempre azules.
-Ventilar los ambientes al menos una vez al día, incluso cuando hace frío.
-Revisar periódicamente los artefactos de combustión y las salidas al exterior.
-No usar hornallas u hornos para calefaccionar ambientes.
En caso de sospecha de intoxicación, se debe ventilar inmediatamente el ambiente, apagar la fuente de combustión y acudir al centro de salud más cercano. Ante síntomas graves, se recomienda llamar a emergencias o al 911.
Cada año, cientos de personas sufren intoxicaciones evitables por monóxido de carbono. Por eso, con el inicio del invierno este 21 de junio, es clave reforzar las acciones de prevención y el mantenimiento adecuado de los sistemas de calefacción. El CO no se ve ni se huele, pero puede ser letal. Estar informados y actuar a tiempo salva vidas.
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