En el marco del análisis del Presupuesto 2018 para Pinamar –que llegó tras 7 meses de espera-, las autoridades del Concejo Deliberante se encontraron con un recorte de unos 4 millones de pesos en sus recursos asignados. Desde el arco opositor aseguraron que la gestión del intendente Martín Yeza busca de esta forma presionar al Deliberativo para votar favorablemente el nuevo aumento de tasas propuesto.
Desde Propin y Unidad Ciudadana, los bloques opositores, explicaron que la normativa vigente obliga a otorgar un 3% del presupuesto al Concejo Deliberante, aunque a esto se solía sumar mayores montos como fondos afectados para garantizar el funcionamiento del Cuerpo. No obstante, en esta oportunidad esas sumas no fueron incluidas.
En este sentido, el arco opositor no solo acusó al Gobierno de Pinamar de querer “extorsionar” a los concejales para que voten el aumento de tasas, sino que aseguraron que el jefe de Gabinete, Federico Panzieri, confirmó esto en una reunión con la presidente del Deliberativo, Gabriela Ferretti.
La propia Ferretti relató lo sucedido y sostuvo que mantuvo una “reunión extorsiva” con el máximo responsable administrativo del municipio. “La intendencia pide un aumento de tasas, y en lugar de justificarlo con datos, quieren imponerlo con intimidación”, sentenció la integrante de Propin.
Incluso acudió a la última comisión de Presupuesto para exponer que durante la charla con el funcionario manifestó su inquietud respecto la diferencia con otros presupuestos, en donde se incluían determinados ítems, y “la respuesta de Panzieri fue que el motivo es el cambio de presidencia, que con (Mercedes) Taurizano no debía negociar la incorporación de los fondos porque eran de la misma fuerza política”.
Asimismo, Ferretti agregó que no había necesidad “de este tipo de manejos”, ya que desde la oposición se había planteado que “de cambiar las condiciones y con la documentación en la mano” estaban dispuestos a volver a tratar un aumento.
Este debate tiene un trasfondo que se arrastra desde finales del año pasado. Si bien el Ejecutivo de Pinamar elevó el proyecto de presupuesto 2018 en tiempo y forma, durante el tratamiento el Concejo –a instancias de la oposición- no avaló el aumento de tasas solicitado y sobre el cual había elaborado el cálculo de recursos y gastos para el año.
Yeza buscaba que se le concediera una suba en los tributos municipales del 24% (33% si se tiene en cuenta las tasas afectadas), pero el Cuerpo por mayoría decidió seguir los pronósticos de aquel entonces del Gobierno nacional y otorgar un aumento del 11% (17% con las tasas afectadas). Esto obligó a la devolución del presupuesto para su readecuación dado que los recursos a percibir serían menores a los proyectados.
Esto sucedió en enero y recién a mediados de julio el Ejecutivo volvió a enviar el presupuesto 2018, con una modificación del Código Tributario para aumentar las tasas un 17%. Ante la presunción de que nuevamente sus intenciones podrían verse frustradas, y siempre de acuerdo a la oposición, la gestión habría decidido recortar los recursos del Concejo.
Como antecedente de la presión ejercida, desde Unidad Ciudadana recordaron el memo enviada a todas las dependencias municipales a fines de 2017, que indicaba que no se renovaría ningún contrato temporario para 2018 producto de que no se había aprobado el presupuesto, cuando aún estaba en pleno tratamiento. Esto también fue entendido como un “apriete” para avalar la suba de tasas.
En este nuevo escenario que traería un recorte de recursos, la titular del Cuerpo adelantó que recurrirá con la documentación al Tribunal de Cuentas para que le den al Concejo Deliberante “las herramientas para poder funcionar”.