El primer fármaco para interrumpir embarazos se venderá solo a hospitales

La Anmat, la oficina que regula la producción de medicamentos, autorizó en julio pasado por primera vez a un laboratorio argentino a fabricar con fines obstétricos de misoprostol, un fármaco que la Organización Mundial de la Salud considera como uno de los métodos más seguros para interrumpir embarazos.

Será el laboratorio Domínguez el encargado de vender misoprostol pero solo a hospitales, sin tener permitido distribuirlo en farmacias.

El laboratorio comenzó a investigar la producción de misoprostol en 2009. Primero desarrolló la misop 25 para inducción de partos y ahora uno con concentración de 200 miligramos.

En Argentina no existía este medicamento con indicación específica para ginecología y obstetricia. Entre los usos del misop 200 está la «interrupción del embarazo en las condiciones establecidas por la legislación vigente en nuestro país», según confirmó esta semana el organismo oficial en un comunicado.

Viviana Mazur, del Programa de Coordinación de Salud Sexual, Sida e Infecciones de Transmisión Sexual de la ciudad de Buenos Aires, lamentó que el nuevo fármaco no se pueda adquirir en farmacias y que sea sólo para hospitales con obstetricia, lo que deja fuera a los centros de atención primaria. También considera un obstáculo que sólo pueda administrarse por vía vaginal y no sublingual.

De todos modos, la producción estatal de misoprostol parece cuestión de tiempo. Lif, uno de los laboratorios públicos de la provincia de Santa Fe, está volcado a ese objetivo y ya anunció que dispondrá en los próximos meses una entrega gratuita de los primeros comprimidos.

 

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