Luego de que el congreso argentino aprobara en marzo de 2017 una ley que autoriza el uso medicinal de la marihuana, la provincia de Jujuy, de poco más de 700.000 habitantes, será la primera de Argentina en cultivar sin restricciones legales cannabis para uso medicinal, algo solicitado por la Organización Mundial de la Salud la semana pasada.
El gobierno provincial consiguió la autorización nacional para importar semillas e iniciar pruebas piloto en una finca de propiedad fiscal, paso previo a la elaboración y distribución del aceite. Para ello creó la empresa pública Cannabis Avatãra, la primera en su tipo en el país. Su presidente es Gastón Morales, hijo del gobernador de la provincia jujeña, Gerardo Morales.
Otra compañía, pero privada, la estadounidense Green Leaf Farms International, subsidiaria de Players Networks, pondrá la experiencia y el 100% dinero necesario para financiar el proyecto.
Desde la sanción de la legislación, el Estado no pareció muy interesado en avanzar en la producción nacional del aceite y los pacientes aún deben pagar una suma de 400 dólares por una botella de 100 mililitros de aceite, suficientes, en el mejor de los casos, para un mes de tratamiento.
“La idea es que el Estado sea un proveedor seguro”, dijo Morales sobre la previsión de producir 300.000 litros de aceite en cinco años, suficientes para abastecer el mercado local y exportar los excedentes.
El proyecto jujeño tuvo todo el apoyo del gobierno de Mauricio Macri, clave para la aprobación de las instancias sanitarias y permisos fiscales. Esta semana, el ministerio de Seguridad dio el visto bueno al uso de hasta 15 hectáreas de la finca El Pongo, de propiedad pública, donde se plantarán las primeras semillas antes de la experiencia a gran escala.
“En dos o tres semanas llegarán las primeras semillas y en septiembre ya podremos pasar de la etapa piloto a la industrial”, explica Morales. Luego se iniciarán la producción del aceite y los trámites ante la Anmat, la oficina que debe aprobar su venta como medicamento.