En un porcentaje similar al registrado en Wall Street por los valores argentinos, el índice Merval que resume las cotizaciones en la Bolsa de Buenos Aires, sufrió este martes un desplome cercano al 13%.
De esta manera, el Merval se ha reducido a casi la mitad en lo que va de 2019 y los precios globales de las acciones son los más bajos desde 2009.
El riesgo país de Argentina se mantiene por encima de los 2.500 puntos.
El Banco Central, que cambió su estrategia y ya no realiza subastas de dólares para estabilizar la paridad, interviene discrecionalmente en el mercado con el fin de suplir temporalmente los billetes estadounidenses que en las próximas jornadas, o semanas, deberían llegar de los grandes exportadores, obligados por las nuevas normas a traducir de forma inmediata en pesos sus ganancias en divisas.
El método de actuación de la autoridad monetaria argentina no es el contemplado por el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Entre las condiciones impuestas para conceder un préstamo de 57.000 millones, en septiembre pasado, figuraba la de permitir la flotación del peso y no intervenir directamente en la fijación de su precio.
El FMI emitió el lunes, al final de la jornada, un comunicado en el que decía estar “analizando los detalles de las medidas” adoptadas en Buenos Aires y aseguraba que continuaría “al lado de Argentina durante estos tiempos desafiantes”. El organismo no dijo nada del desembolso de 5.400 millones de dólares previsto para este mes de septiembre, que las autoridades argentinas esperan con ansiedad y que podría retrasarse hasta después de las elecciones generales del 27 de octubre.