En noviembre de 1984, vía el impulso de diversos trabajadores del correo de Villa Gesell, se constituyó la asociación “Consorcio Foecyt I” con el objetivo de adquirir un terreno y construir viviendas sociales. El predio se compró pero los inmuebles no se construyeron.
Dos décadas después, en 2005, la esperanza de decenas de familias renació. La declaración de interés para con el proyecto por parte del Concejo Deliberante geselino buscó que la construcción de las viviendas se concretara a través del Plan Federal II, dependiente en ese entonces del Ministerio de Planificación Federal, a cargo de Julio De Vido.
Instántanea del inconcluso barrio situado en la zona de calle 14 y 122 de Villa Gesell.
Cuatro años después, se firmaron diversos contratos con empresas
y contratistas para iniciar las obras y en 2011 se realizó el sorteo de preadjudicación. De las 142 casas proyectadas, sin embargo, se finalizaron y entregaron solamente 40.
En febrero de 2016, el actual intendente Gustavo Barrera confirmó la adhesión del municipio a la Reactivación de los Planes Plurianuales inconclusos. Aquellas familias que se habían quedado sin vivienda conformaron un grupo de adjudicatarios autoconvocados que, desde entonces, trabaja con esfuerzo y convicción para ver finalizado su sueño.
Las instancias han sido arduas. Trámites que debieron repetirse, petitorios sin respuesta, viajes a La Plata con autoridades municipales, presencia activa en el Concejo Deliberante local, difusión de la problemática por medios de comunicación y anuncios de la llegada de fondos nacionales y/o provinciales para financiar la demorada construcción que quedaron nuevamente en la nada.
Fotos Ricardo Stinco
Sorteando múltiples intentos de usurpación a lo largo del último tiempo, los adjudicatarios autoconvocados entregaron en octubre pasado al Ejecutivo geselino la documentación solicitada para la cesión del predio, requisito necesario para la continuidad del proyecto.
A poco del cierre de un nuevo año, los integrantes del grupo siguen a la espera de la concreción de ese último paso. “35 años después, el
barrio es una sombra de lo que debiera ser. Pedimos a quienes tienen nuestro futuro en sus manos, que este tercer intento no quede, nuevamente, inconcluso” expresaron las familias damnificadas en un comunicado al que tuvo acceso Telégrafo.
