El fallecido con Covid-19 en Villa Gesell fue condenado por secuestro y homicidio

Al trascender los datos filiatorios del paciente que falleció en Villa Gesell y que tenía un diagnóstico positivo por Covid-19, resultó ser Roberto Andrés Acerbi, condenado en 1991 por el secuestro y muerte de Guillermo Ibáñez en Mar del Plata. Fue liberado en 2006 y residía en Villa Gesell desde entonces.

Fuentes extraoficialies confirmaron a Telégrafo que efectivamente la persona que falleció es la misma que hace casi tres décadas recibió una pena de reclusión perpetua -junto a otros dos cómplices- por liderar una banda que secuestró y luego enterró vivo al hijo del sindicalista petrolero Diego Ibáñez.



Cabe recordar que el hombre, que murió el sábado tras permanecer poco más de 10 días internado y aislado al ser diagnosticado con coronavirus, era el primer y hasta el momento único caso de Villa Gesell.

Acerbi tenía antecedentes oncológicos y si bien un nuevo hisopado le había dado negativo, falleció afectado por sus patologías de base antes de poder tomar una segunda muestra para determinar si seguía o no infectado.

El caso Ibáñez

Guillermo Ibáñez tenía 28 años cuando fue secuestrado por una banda que, según estableció la Justicia, estaba compuesta por Acerbi y otras personas, incluido un familiar de su padre, un conocido sindicalista de la rama petrolera que murió tiempo después  en un siniestro vial.

La captura y crimen del joven ocurrió en julio de 1990 en Mar del Plata, cuando fue interceptado y se le pidió a su padre un rescate de dos millones de dólares que nunca se llegó a pagar. En su momento la investigación concluyó que los secuestradores no tenían pensado liberarlo, ya que la víctima los conocía.



Así, en un baldío ubicado en ruta 210 y Berutti,  maniatado y encapuchado, Ibáñez sufrió golpes en la nuca con una maza y luego, con la misma pala con la que cavaron una fosa, lo golpearon en la cabeza.

La autopsia reveló que Guillermo tenía tierra en su tráquea, por lo que se determinó que fue enterrado con vida. Fue finalmente hallado muerto el 25 de julio. A su funeral concurrieron relevantes personalidades de la política como el por entonces presidente Carlos Menem y Eduardo Duhalde, quien gobernaba la provincia de Buenos Aires.

La investigación en torno al caso logró dar con los responsables del atroz crimen, quienes fueron condenados a reclusión perpetua. Dos de ellos, incluido Acerbi, obtuvieron la libertad en 2006 tras un fallo judicial que los benefició. Acerbi fijó domicilio en Villa Gesell y allí murió el último fin de semana.

 

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