Rusia y Ucrania acuerdan negociar una salida a la guerra

Cumplido el cuarto día de la ofensiva militar de Rusia en Ucrania, al menos 198 personas han perdido la vida en suelo ucraniano, mientras que más de 360.000 decidieron cruzar la frontera para huir de la violencia, principalmente en dirección a Polonia.

El conflicto desatado por orden del presidente ruso Vladimir Putin tiene lugar varios meses de las negociaciones mantenidas con Estados Unidos y la OTAN durante las cuales el mandatario soviético advirtió en varias ocasiones de que adoptaría “medidas técnico-militares” si fracasaban las conversaciones y no se cumplían sus principales exigencias, vinculadas a expulsar de la alianza atlántica a todos los países miembros incorporados tras 1997, entre ellos los bálticos, Polonia y Rumania.




Arsenal nuclear y Swift

Este domingo Putin ordenó activar “en modo especial de combate” su arsenal nuclear. “Los altos funcionarios de los principales países de la OTAN hacen declaraciones agresivas contra nuestro país. Por lo tanto, ordeno al ministro de Defensa Serguéi Shoigú y al jefe del Estado Mayor Valeri Guerásimov que dispongan las fuerzas de contención del Ejército ruso en un modo especial de servicio de combate”, expresó el presidente ruso.

Putin acusó a los países de occidente de adoptar “medidas ilegítimas” contra su país en forma de sanciones, entre las últimas, la desconexión de varios de sus principales bancos de la plataforma de intercambios Swift y la congelación del fondo de unos 570.000 millones de euros en reservas extranjeras que ha guardado el banco central ruso estos años para hacer frente a contingencias.

 

 

Conversaciones entre Rusia y Ucrania

Poco después del anuncio de Putin, Ucrania ha informado de que acordó mantener conversaciones con Rusia “sin condiciones previas”, incluso cuando Rusia está intensificando su ofensiva y ha puesto en alerta a sus fuerzas nucleares.

La reunión se celebrará en la frontera entre Ucrania y Bielorrusia, cerca del río Pripyat, según el presidente ucranio, Volodímir Zelenski, que explicó que tomó la decisión tras una conversación con el líder autoritario bielorruso Aleksandr Lukashenko.

El líder ucranio aseguró que el bielorruso ha “asumido la responsabilidad de garantizar que todos los aviones, helicópteros y misiles estacionados en territorio bielorruso permanezcan en tierra durante el viaje, las conversaciones y el regreso de la delegación ucraniana”.

 

 

Putin se había negado días antes a mantener conversaciones con Ucrania hasta que el Ejército deponga las armas. El Kremlin había propuesto que las conversaciones se celebrasen en Bielorrusia, donde se firmaron los acuerdos de paz de Minsk para la región del Donbás, en la que luchan los separatistas apoyados por Moscú con el ejército ucranio, en 2015 (que no trajeron la paz pero sí congelaron la línea de contacto).

Desde Kiev aún no se ha anunciado quién formará parte de la delegación, mientras que la representación rusa ya está encabezada por un exministro de cultura ruso, Vladimir Medinsky, actualmente en Bielorrusia.



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