Un taller para descubrir el alimento que pisamos

Decenas de vecinos de Villa Gesell participaron del primer taller de reconocimiento de malezas comestibles, realizado en la Casa de la Cultura de Mar Azul, a cargo del INTA. La capacitadora anticipó que realizará otra jornada a mediados de junio.

La ingeniera agrónoma Laura De Luca, integrante del Centro de Capacitación Integral del INTA de la ciudad Las Armas, visitó la ciudad para dictar el taller de reconocimiento y recolección de malezas comestibles. De Luca destacó que estas plantas que crecen a nuestro alrededor espontáneamente “tienen valores nutricionales que nos puede aportar gran cantidad de calcio, fósforos y otros elementos que son difíciles de conseguir de la naturaleza”.

En el recorrido se encontraron diversas especies, entre ellas hipóqueris, gran cantidad de ornamentales como el tasi y el “No me olvides”, trébol de olor y de carretilla “que aportan gran cantidad de proteína de origen vegetal”, según añadió la tallerista.

También hallaron paico, una hierba para hacer té o para acompañar el mate y hiedras que “tienen más valor medicinal que alimentario ya que sirven para la descongestión de catarros”, de acuerdo a De Luca.

Ante el éxito de la convocatoria y teniendo en cuenta que mucha gente manifestó que no pudo llegar hasta el lugar por el paro de colectivos, la tallerista anunció que a mediados de junio realizará otra capacitación en Villa Gesell. Andrés Román, responsable local de INTA anticipó que próximamente informará el día, horario y lugar de la segunda charla sobre malezas comestibles.

 

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