El presidente Alberto Fernández participó en Brasil de la cumbre de presidentes sudamericanos convocada por su par Lula Da Silva y que tuvo por objetivo plantear la necesidad de una renovación para la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
Del encuentro llevado a cabo en el palacio de Itamaraty de Brasilia, fueron parte los mandatarios Luis Arce (Bolivia), Gabriel Boric (Chile), Nicolás Maduro (Venezuela), Gustavo Petro (Colombia), Guillermo Lasso (Ecuador), Mario Abdo Benítez (Paraguay), Luis Lacalle Pou (Uruguay), Irfaan Ali (Guyana) y Chan Santokhi (Surinam).
Como estaba previsto, solo faltó la presidenta peruana Dina Boluarte, quien en diciembre pasado asumió el cargo en el marco de graves irregularidades institucionales.
Por la renovación de la Unasur
La organización intergubernamental dotada de personalidad jurídica internacional, integrada por Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela, ha mermado en su alcance y poder durante la última década.
Aunque el encuentro informal fue convocado con agenda abierta, el foco estuvo puesto en la integración latinoamericana.
Desde la llegada al poder de Lula da Silva en enero pasado, Brasil y Argentina buscan acelerar la vinculación con los países del Mercosur y se han enfocado en la rehabilitación del bloque suramericano, del que el expresidente Néstor Kirchner fue su primer secretario general.
En su discurso Alberto Fernández hizo mención precisamente a Kirchner y pidió aprender de los errores que dividieron políticamente al continente.
La unidad regional debe ser una política de Estado en cada uno de los países de América del Sur. Aprendamos de nuestros errores, no nos sirvió de nada estar divididos.
Hagamos más ágil el funcionamiento de la @unasur y seamos artífices de nuestro destino. pic.twitter.com/YV3Za8Vx0D
— Alberto Fernández (@alferdez) May 30, 2023
La vuelta de Maduro a una cumbre de presidentes sudamericanos
La cumbre de presidentes de Unasur sirvió para concretar la rehabilitación diplomática de Nicolás Maduro, que fue recibido como un igual por el resto de los jefes de Estado sudamericanos.
El primer encuentro de Maduro con los otros 10 presidentes y el representante de Perú se ha celebrado a puerta cerrada.
Con el objeto de poner fin al aislamiento del chavismo, Lula quiere que sus homólogos dejen de lado sus diferencias ideológicas, cooperen más y busquen una mecanismo para actuar en bloque ante los desafíos globales y locales.
Lula ha abierto el encuentro con el reconocimiento de un fracaso: “En la región, dejamos que las ideologías nos dividieran e interrumpieran el esfuerzo de integración. Abandonamos los canales de diálogo y los mecanismos de cooperación y, con eso, perdimos todos”.
En consecuencia el presidente brasileño animó a sus colegas a renovar “el compromiso con la integración sudamericana” antes de proclamar que “ningún país puede hacer frente solo a las amenazas sistémicas actuales. Solo actuando juntos lograremos superarlas”, concluyó el líder de 77 años de edad.
El colombiano Gustavo Petro fue el único presidente que hablo con la prensa al llegar a Itamaraty. “América Latina debe tener una voz unificada porque tiene una gran potencialidad. Tiene en su propio territorio varias de las soluciones importantes a la crisis integran de la humanidad”, expresó al respecto el mandatario colombiano.