Atacan la sede del Tribunal Supremo de Justicia en Caracas
Ocurrió este martes a las 18,30 hora venezolana cuando un helicóptero de la Policía Científica de Venezuela sobrevoló la sede del Tribunal Supremo de Justicia en Caracas, efectuó disparos y arrojó dos granadas.
La máquina aérea era piloteada por el capitán Oscar Pérez y mostraba una pancarta que decía: «350 Libertad«, en alusión a un artículo de la Constitución que faculta a los venezolanos a desconocer el gobierno que contraríe las garantías democráticas y menoscabe los derechos humanos.
El presidente Nicolás Maduro condenó rápidamente el ataque y prometió capturar «más temprano que tarde» a la tripulación responsable del ataque. De inmediato la zona fue acordonada con varios vehículos militares que rodearon el palacio de Miraflores.
En la previa del suceso, Maduro habló durante un acto gubernamental y fue tajante: «Aspiro a que el mundo escuche después de 90 días de violencia, de destrucción y de muerte: si Venezuela fuera sumida en el caos y la violencia y fuera destruida la revolución bolivariana, nosotros iríamos al combate. ¡Nosotros jamás nos rendiríamos! ¡Lo que no se pudo con los votos, lo haríamos con las armas, liberaríamos nuestra patria con las armas!», exclamó el mandatario chavista, en otro momento de máxima tensión en el país sudamericano.
Hace tres meses que la oposición comenzó a impulsar una serie de protestas por dos sentencias del Tribunal Supremo de Justicia que habían despojado de competencias a la Asamblea Nacional (dominada por la coalición Mesa de la Unidad Democrática) y eliminado el fuero de sus parlamentarios.
El gobierno venezolano insiste en culpar a los opositores de la creciente violencia en el país . Según Maduro, los adversarios a su mandato tienen como propósito generar una «guerra civil» que justificaría una «intervención extranjera».
El alto mando militar ha sido consecuente con el discurso presidencial. El domingo, Vladimir Padrino López, ministro para la Defensa, ordenó al Comando Estratégico Operacional, un órgano de planificación dentro de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), crear unidades «ligeras de acción especial» para neutralizar posibles «amenazas políticas» en este país. «Deben ser capaces de adecuarse a cualquier situación que se presente en el territorio, esa es la dirección de nuestra fuerza ante estos nuevos escenarios de violencia política, de guerra psicológica, económica, de aislamiento y de asedio internacional», indicó.