Hipertensión arterial pulmonar: 57% de los pacientes sufre diagnóstico erróneo
La hipertensión arterial pulmonar (HAP) es una de las enfermedades poco frecuentes y progresivas y en Argentina los pacientes que la padecen esperan en promedio 16 meses para obtener un diagnóstico definitivo, desde su primer síntoma.
Al provocar que los vasos sanguíneos de los pulmones se estrechen, bloqueen o destruyan, la HAP ralentiza el flujo sanguíneo y aumenta la presión en dichas arterias.
En consecuencia, el corazón debe trabajar con mayor esfuerzo para bombear la sangre a través de los pulmones y este trastorno, si no se trata a tiempo, puede derivar en insuficiencia cardíaca e incluso poner en riesgo la vida del paciente.
Un informe indica que en Argentina hay 138.000 personas con miocardiopatía
El desafío de diagnosticar hipertensión arterial pulmonar
A pesar de los avances médicos, el diagnóstico de la HAP sigue siendo un desafío. Según una encuesta realizada en Argentina, los pacientes tardan en promedio más de un año en recibir un diagnóstico definitivo desde los primeros síntomas.
Esto se debe a que los análisis suelen confundirse con otras enfermedades respiratorias comunes, como el asma o la EPOC.
De acuerdo al relevamiento efectuado, se supo también que el 57% de los pacientes consultados fueron diagnosticados con HAP inicialmente de manera errónea.
El impacto de la enfermedad en Argentina
Una investigación a nivel latinoamericano, que contó con la participación de 47 médicos argentinos junto a sus pacientes, arrojó cifras reveladoras sobre la enfermedad. En Argentina, la edad promedio de los afectados es de 53 años y más del 70% son mujeres, el promedio más alto de la región. La causa más común es la HAP asociada a otras enfermedades (APAH), que representó el 60% de los casos.
Las afecciones más frecuentes vinculadas son dos.
- Enfermedades del tejido conectivo (54%), como lupus, esclerodermia y artritis reumatoide.
- Enfermedades cardíacas congénitas (32%), presentes desde el nacimiento.
Principales señales de alerta de una HAP
En las etapas iniciales, la HAP puede no presentar síntomas evidentes. Sin embargo, a medida que avanza, los signos comienzan a manifestarse y dificultan las actividades cotidianas. Entre los principales síntomas se encuentran:
- Dificultad para respirar, primero durante el ejercicio y luego incluso en reposo. La falta de aire es el síntoma más común de hipertensión pulmonar.
- Hinchazón en pies, piernas, abdomen y cuello.
- Palpitaciones, pulso acelerado y dolor o presión en el pecho.
- Mareos, desmayos y fatiga persistente.
- Coloración azulada en labios y dedos debido a la falta de oxígeno.
“Es fundamental prestar atención a estos síntomas y conversar con el médico, ya que una detección temprana posibilita un abordaje terapéutico oportuno, lo que no solo contribuye a ser más eficaces en la definición del tratamiento, sino también a preservar la calidad de vida del paciente”, explica el Jorge Caneva, jefe de neumonología de la fundación Favaloro.
Después de eso el especialista agregó: “Existen diferencias entre las percepciones de pacientes y médicos sobre la gravedad de la enfermedad. Esto refleja la necesidad de establecer programas de educación médica continua para mejorar la atención de la HAP en la región”.
Claves para un diagnóstico temprano y preciso
Identificar la enfermedad en fases iniciales permite ampliar las opciones de tratamiento y manejar sus efectos de manera más efectiva. Sin embargo, alcanzar un diagnóstico certero de hipertensión arterial pulmonar puede llevar varios meses, especialmente en las primeras etapas, debido a la similitud de los síntomas con otras afecciones respiratorias y cardiovasculares. El asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) son algunas de las patologías más comunes que pueden provocar manifestaciones similares, lo que hace necesario descartarlas a través de estudios específicos.
En Argentina, este desafío queda reflejado en las cifras: el 22% de los pacientes recibe inicialmente un diagnóstico de asma, el 11% es diagnosticado con neumonía, el 9% con ansiedad o EPOC y el 8% con afecciones cardíacas, entre otras condiciones 1. Por este motivo, los especialistas recurren a distintos métodos de evaluación para confirmar la enfermedad y determinar su grado de avance.
- Análisis de sangre, que incluyen pruebas de tiroides, hígado, química sanguínea y laboratorios específicos de enfermedades autoinmunes y el test de VIH.
- Electrocardiograma para conocer la actividad eléctrica del corazón y detectar anomalías.
- Pruebas de función pulmonar (o pruebas respiratorias) para detectar enfermedades como asma o EPOC.
- Prueba de caminata de 6 minutos para evaluar si sus niveles de oxígeno disminuyen durante la actividad física.
- Ecocardiograma para verificar el tamaño y el estado de las cavidades cardíacas y estimar la presión sanguínea en las arterias pulmonares.
- Cateterismo cardíaco derecho para medir directamente la presión arterial en los pulmones.
La HAP, sin tratamiento curativo
A pesar de los esfuerzos enfocados en el diagnóstico e intervención temprana de la hipertensión arterial pulmonar, la misma aún no tiene un tratamiento curativo, teniendo como última alternativa el trasplante pulmonar. En este contexto, la aprobación de un nuevo tratamiento en 2024 representó una buena noticia para los pacientes en Argentina.
Desde la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) autorizó una nueva opción terapéutica destinada al tratamiento de adultos con HAP del grupo 1 de la OMS. Previamente, la molécula también fue aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) y por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, European Medicine Agency).
“Esta aprobación representa un paso adelante en el tratamiento de la HAP que se suma a los tratamientos existentes y disponibles. La colaboración con la comunidad médica y el desarrollo de soluciones terapéuticas de vanguardia son esenciales para transformar la calidad de vida de quienes padecen esta enfermedad”, destacó Virginia Verdaguer, directora médica de MSD Argentina.
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