Mujeres en sororidad: ponen en marcha capacitaciones virtuales sobre el ciclo menstrual

La diputada provincial de Juntos por el Cambio, Johanna Panebianco, dio inicio esta semana a una serie de capacitaciones virtuales para conocer, profundizar y gestionar de modo integral el ciclo menstrual de las mujeres.

Los encuentros, a cargo de Florencia Mallagray, directora de la organización civil Mujeres en sororidad, comenzaron el último jueves y tienen como principal destinatario a referentes de barrios y organizaciones sociales de distintos municipios de la quinta sección electoral.

 

 

Las capacitaciones están compuestas por varios módulos entre los que se aborda las temáticas de “Mitos y creencias de la menstruación”, “El útero: su funcionamiento cíclico”, “Energía y alimentación durante el ciclo menstrual” y “Gestión menstrual: economía y ecología”.

“Mientras insistimos en que se sancione una Ley de Salud Menstrual en la Provincia de Buenos Aires, no podíamos quedarnos de brazos cruzados. Por eso comenzamos con un programa integral pensado a nivel municipal y sobre todo enfocado en mujeres comprometidas con su entorno, que son las que más conocen de su barrio. Y ahí tuvimos un doble desafío porque lo ideal hubiese sido hacerlo presencial, pero en este contexto fue imposible. Así que primero fue importante garantizar la conectividad y luego transmitir de la mejor manera el contenido”, explicó la diputada al respecto de la iniciativa.




Cifras lapidarias

A fin de mostrar la dimensión de la problemática que atraviesan muchas personas en cuando a la menstruación, la diputada de Juntos por el Cambio brindó algunos datos estadísticos llamativos: “En la provincia hay 5 millones de personas menstruantes, de las cuales 2,4 millones presentan dificultades y falta de recursos, y entre ellas más de 700 mil no cuentan directamente con ingresos para acceder a un producto de higiene menstrual y usan trapos, cartones, papel o cualquier otra cosa cuando están indispuestas”.

En esa línea Panebianco agregó: “Estas primeras capacitaciones fueron diseñadas para poder charlar sobre cuáles son nuestros derechos, conocer nuestros cuerpos y aprender sobre la menstruación. Pero sobre todo para tener a mano material elaborado por profesionales para que luego cada una de las participantes puedan a su vez ser formadoras y transmitir también esos conocimientos y aprendizajes a otras personas de su comunidad. Ahí está lo integral y colectivo de este trabajo”, valoró la legisladora.

“Tenemos que empezar a ser conscientes que la pobreza menstrual es una parte que no se ve por el tabú que hay alrededor del tema, y para combatir en serio la desigualdad y la pobreza, hay que visibilizarla y tratarla. Esto tiene un impacto directo en la salud y el bienestar de cada una de ellas. Por eso, es importante la información, el cuidado y sobre todo hablar de este tema. Que entendamos qué significa y por qué es relevante un ciclo saludable” concluyó Panebianco.

 

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