Al cocinero de Villa Gesell no le alcanzó para quedarse con el premio mayor, pero fue un digno participante que dejó a la comida de mar y a las raíces geselinas en un buen lugar. Patrick Lechner, con entrega, pasión y capacidad de aprendizaje, llegó hasta la final de Dueños de la Cocina e hizo sentir orgulloso a todo un pueblo.
La última edición antes de la gran final había dejado a Patrick en una posición inmejorable al convertirse en el primer finalista de la segunda temporada. En la emisión del sábado a la noche, Camila, Sabrina y Coco se disputaron el puesto vacante para competir con el geselino. Camila fue la contrincante y, luego, la ganadora.
El menú elaborado por Patrick fue bien suyo y demostró una vez más su amor por el mar. Vieiras gratinadas, salmón, espárragos envueltos en panceta y una tarta de frambuesas que dejó a más de uno con la boca abierta. Durante la definitiva prueba del restaurante, no hubo grandes complicaciones para ninguno de los participantes, excepto algunos momentos de tensión entre Patrick y Camila por el mando del comandero.
Finalizado el servicio, todo fue halagos de parte de los jueces. Christophe Krywonis aseguró que todo lo elaborado fueron platos dignos de la gran final. Antes de saber para quién irían las estrellas, Patrick se mostró muy agradecido por el trabajo realizado por su brigada, compuesta por Gonzalo y Coco.
Las estrellas del público –por cantidad y sabor- fueron para Camila, pero el representante de Villa Gesell logró empatar el resultado con los votos de Donato y Christophe. Fue Narda Lepes la que tuvo el voto definitivo y la balanza se inclinó finalmente por Camila para quedarse con La Tornería.
Sin embargo, nada podrá opacar la participación de Patrick en Dueños de la Cocina y los jurados se encargaron de resaltar el crecimiento que tuvo a lo largo de los programas. Incluso Christophe, con su amor-odio hacia el geselino, aseguró que no podrá dejar de pasar por “Castillo de ilusiones” –el restaurante de Patrick- cada vez que pase cerca de Villa Gesell.