Abuelas de Plaza de Mayo encontraron al nieto 138
Abuelas de Plaza de Mayo anunciaron este viernes que encontraron al nieto 138. Ofrecieron una conferencia de prensa en la exEsma para dar a conocer los detalles de una nueva historia de recuperación de la identidad.
El encuentro lo encabezó la titular de Abuelas, Estela de Carlotto, junto a Taty Almeida y otros integrantes de organizaciones de derechos humanos.
“Este hallazgo coincide con el fin de año y es un regalo muy grande, sobre todo para las que tenemos tantos años de lucha. Bienvenido nieto 138”, comenzó Estela. Luego dio precisiones sobre los padres y la familia de origen del nieto restituido.
La familia
El nieto recuperado 138 es el hijo de Marta Enriqueta Pourtale y Juan Carlos Villamayor. Ambos eran militantes de Montoneros y cuando fueron secuestrados por un grupo de tareas de civil, Marta estaba embarazada de ocho meses y medio.
Dado que la última vez que se los vio con vida estaban en el centro clandestino de detención que funcionó en la Escuela de Mecánica de la Armada, se presume que allí se desencadenó el parto, en diciembre de 1976. Hasta el momento, se contabilizaron más de 30 nacimientos en este centro clandestino, ahora reconvertido en museo de la memoria.
Según explicó la titular de Abuelas, Marta era mayor que Juan Carlos y cuando se conocieron, ella ya tenía un hijo, Diego Antonio, con una pareja anterior. No obstante, cuando Juan Carlos cumplió los 21 años, le dio a Diego su apellido. Sus padres pensaban llamar Soledad o Manuel al bebé que esperaban.
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La búsqueda
Al enterarse del secuestro, María del Carmen Villamayor, hermana de Juan Carlos, y su madre, emprendieron el recorrido que también debieron de atravesar cientos de familias. Presentaron habeas corpus, visitaron tribunales y cárceles sin éxito.
Asimismo, en septiembre del 79 Carmen logró presentar la denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que visitaba el país para recoger información sobre la violaciones a los derechos humanos cometidas por la dictadura.
Por la rama materna, el tío Pedro Pourtale fue quien recibió un llamado de la comisaría de Villa Ballester para buscar a un menor de 4 años. Es que Diego, su sobrino, había sido dejado allí pero le negaron información sobre el paradero de su hermana y su cuñado.
Pedro y su madre criaron al niño y tiempo más tarde denunció el caso ante la Conadep. Diego supo que esperaba un hermanito desde los primeros días cuando su mamá y Juan Carlos se lo contaron. De igual forma, continuó esta búsqueda desde el grupo de familiares que participaba activamente de Abuelas.
El caso
Las Abuelas presentaron en 1998 una denuncia que hablaba de un niño que podría ser hijo de desaparecidos. Desde 1999 la Conadi trabajó en la investigación del grupo familiar Villamayor-Pourtale para que a partir de esa reconstrucción el Banco Nacional de Datos genéticos fuera incorporando las muestras biológicas de la familia.
Por otro lado, un joven que fue convocado por la justicia dio su muestra de ADN. “Esto demuestra una vez más la imprescindible e incansable labor de los distintos mecanismo que nuestro país fue creando para conseguir resultados por los que somos admirados en el mundo”, enfatizaron.
Abuelas junto a la Conadi abrió el legajo del grupo familiar, luego el Banco de Datos Genéticos fue cotejando todos los perfiles. Mientras tanto, la unidad especializada de la Conadep y la de casos de apropiación del Ministerio Público Fiscal aportaron datos relevantes, y finalmente convocaron al hombre a realizarse el estudio de ADN.
“Ayer el juez Daniel Rafecas informó al nieto 138 los resultados. Todo este conjunto permitió la restitución de su identidad y abrió camino hacia la verdad”, concluyó el comunicado.
Sobre el cierre de la conferencia y respecto al nieto, desde Abuelas señalaron que “está muy conmovido”. “Es una persona que, aún en esta situación de tanta conmoción, con el pasar de los minutos empezó a hacer un ejercicio muy valioso: se empezó a pensar en la familia. Tratamos de darle todas las garantías posibles de que se va a encontrar con una familia que siempre lo buscó y nunca perdió las esperanzas”, remarcaron.
Sostener el trabajo en derechos humanos
Por último, Estela de Carlotto resaltó la importancia de los organismos como la Conadi y el Banco de Datos genéticos para la resolución del caso. Además, hizo hincapié en la labora de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación.
“Este organismo del Estado se encuentra atravesando uno de los ajustes más brutales de personal”, advirtió. Cabe recordar que por estos días el gobierno de Javier Milei amenaza con 600 despidos en este sector.
“Desde Abuelas pedimos que se sostenga el trabajo en la Secretaría de DD.HH, de la Nación, herramienta imprescindible para la defensa de estos derechos fundamentales.
Al hijo de Marta y Juan Carlos lo abrazamos en la verdad y esperamos que pueda construir su vínculo amoroso con la familia que siempre lo buscó y lo quiso. Seguiremos trabajando para encontrar a los 300 nietos y nietas que aún faltan”, cerró Carlotto.
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