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COU de Villa Gesell: la Red Querandí pide que la opinión de la ciudadanía sea vinculante

El debate público por el nuevo Código de Ordenamiento Urbano en Villa Gesell se renovó en las últimas semanas a partir de una exposición dada a conocer por un grupo de arquitectos del partido y las respuestas brindadas por la municipalidad, todo en el contexto del tratamiento legislativo que se inició al respecto en el Concejo Deliberante local.

De las deliberaciones sobre el futuro vinculado a la urbanización del distrito participa también la Red Ambiental Querandí, que ya en 2018 integró activamente las reuniones propiciadas por la comuna para la participación ciudadana en torno al trascendental asunto.

 

 

En diálogo con Telégrafo, Alejandro Toptschij, uno de los referentes de la organización, recordó las expresiones dadas a conocer por la comunidad aquel año, durante los encuentros realizados en el centro cultural Pipach para tratar los alcances del nuevo código urbano.

“Los geselinos y geselinas han expresado el tipo de desarrollo y ciudad que quieren y, por lo tanto, esa posición tendría que estar dentro del proyecto. Nuestra solicitud es que la participación de la comunidad expresada en esos conceptos, tiene que convertirse de no vinculante a vinculante a través de un decreto del ejecutivo municipal que así lo estipule” expresó Toptschij.




Tal solicitud fue elevada formalmente el año pasado, cuando en noviembre de 2019 la Red Ambiental Querandí le presentó el pedido a Gustavo Barrera vía la Secretaría de Planeamiento, cuyo titular fue cuestionado por la oposición por supuestos negocios inmobiliarios.

En esa ocasión, la entidad insistió en su rotundo apoyo a la creación del parque nacional Querandí y a la expropiación del antiguo acuario, dos temas que de modo insólito siguen sin tener resolución a través del tiempo.

“Tuvimos la posibilidad de acercar nuestras propuestas sobre el cuidado de medio ambiente en diez capítulos: 1) Morfología del suelo, 2) Manejo de agua de lluvia, 3) Distribución de la población local, 4) Espacios verdes, 5) Predios fiscales y límites, 6) Manejo costero, 7) Gestión de residuos urbanos, 8) Uso limpio y eficiente de la energía, 9) Animales domésticos y 10) Un horizonte claro” detalló Toptschij.

Para el integrante de la Red Ambiental Querandí, “los denominadores comunes allí expresados por la población” deberían ser tomadas por los profesionales “para plasmar las soluciones técnicas que la comunidad expresa y demanda, y no al revés”.




“La nueva realidad de una pandemia mundial nos tiene que hacer reflexionar sobre cómo deben ser, de acá en más, las nuevas urbanizaciones. Es evidente que la densidad poblacional es algo que debe evitarse y las ciudades tendrían que ser pequeñas y autosuficientes. Los desarrollos urbanísticos grandes, son para este caso, muy inconvenientes” resaltó Toptschij a continuación.

Por último, el referente de la Red Ambiental Querandí reconoció: “Es cierto que nuestras ciudades costeras tienen un interés importante de los desarrollistas por el factor inmobiliario, al tratarse de puntos turísticos. Y siempre existe el interés de desarrollar el argumento de que la construcción es el motor de la economía en temporada baja. La pandemia puede propiciar la redistribucion de nuestras localidades. Hoy, todo puede y debe reveerse, y que el interés sea, el del buen vivir y el bien común, hacer un futuro menos cargado de cemento” concluyó Toptschij.

 

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