Pinamar: botellazos, piñas, violencia y desborde en las playas transmitido en vivo
Mientras el sol caía, las playas de Pinamar se convirtieron en el escenario de una batalla campal, en la que incluso fue agredido un cronista de Crónica TV. La aglomeración de jóvenes, el alcohol y la violencia fue transmitida en vivo por televisión.
Pocas horas antes, el intendente Martín Yeza había firmado un decreto para instar a los agentes de la secretaría de Seguridad y la dirección de Fiscalización a hacer cumplir la normativa vigente en materia de distanciamiento social, consumo de alcohol en vía pública y ruidos molestos.
El alerta fue una placa roja de Crónica TV emitida pasadas las 20 de este martes, que señaló primero “Pinamar: represión y disturbios en la playa”. La imagen mostraba a la policía avanzando sobre la arena y jóvenes que corrían.
El cronista Cristian Echeverría relató que antes de la llegada de las fuerzas de seguridad se había desatado un casos que incluía revoleo de botellas, detención de jóvenes y robo de parlantes, entre otras cuestiones.
Mientras desde el piso se increpaba por el avance policial, Echeverría intentaba explicar las aglomeraciones que observaba y lo que describió como “una pelea grande” que había acontecido recientemente.
“Son miles”, repetía el periodista en directo desde las playas de Pinamar, mientras se podía ver a la policía detener a varios jóvenes, mientras otro denunciaba que le habían robado el teléfono y un tercero gritaba que lo que pasaba era “la dictadura de Yeza”.
Otro grupo aseguró que todo transcurría sin mayores inconvenientes y por culpa de unos pocos que habían comenzado una pelea se había terminado “la fiesta”.
Desde el piso, los conductores continuaban cuestionando el accionar policial y que no se permitan fiestas, aún en este escenario de pandemia de coronavirus, cuando un chico en evidente estado de ebriedad agredió al cronista de Crónica TV.
La cámara ya enfocaba a Echeverría, mientras se lo veía con un golpe importante en un ojo y repetía “me pegó una piña, me mató”. Ahí sí, los conductores pidieron por la policía que rápidamente se acercó hasta el cronista para asistirlo y luego detener al agresor.
Visiblemente dolorido y hasta shockeado, el periodista tuvo que ser atendido por el SAME. “Mucha gente, mucha gente”, siguió repitiendo.