El boom de Cobra Kai y las claves para practicar artes marciales con éxito

Tras el éxito internacional de la nueva temporada de Cobra Kai, propiedad de Netflix desde 2020, adolescentes y adultos revivieron su pasión por el mundo de las artes marciales que inició la saga de Karate Kid en la década del ‘80. Secuela de las películas, la serie norteamericana es protagonizada por los mismos actores (34 años después) y propone un reencuentro explosivo de aquellos jóvenes karatecas que supieron ser enemigos: Daniel LaRusso y Johnny Lawrence.

Aunque un poco modificada para la pantalla y sus intereses comerciales, la filosofía del karate que se muestra en la producción estadounidense y puede entenderse como un estilo de vida, se comparte con el resto de las artes marciales.

Disciplina, respeto, honestidad, lealtad, coraje, honor. Esos son algunos de los valores que tres geselinos por adopción reconocen haber incorporado desde el primer día que empezaron a practicar Jiu Jitsu, Taekwondo y Sipalki-do.

 

De izquierda a derecha: Gervasio Chamas, Javier Pérez y Patricio Pedernera. (Fotos Ricardo Stinco)

 

“El Jiu Jitsu es el arte marcial más efectivo sin armas”

Algunos lo llaman “El Turco”, otros prefieren ser fieles a sus raíces y lo apodaron “El Sirio libanés”. Lo cierto es que Gervasio David Chamas es conocido en Villa Gesell como el mayor referente del Jiu Jitsu en la zona.

Tras 17 años de dedicar su vida a las artes marciales y una fuerte etapa competitiva en diferentes partes del mundo, hoy Chamas dirige la escuela Nejmeh Fight Club y destina sus días a enseñar a chicos, hombres y mujeres de todas las edades. Fue en el año 2000 cuando llegó a la ciudad y trajo con él la disciplina que nadie conocía en la región.

Con dos enormes catanas de fondo y decenas de medallas con cinturones de todos los colores, el referente explica que el Jiu Jitsu es un arte marcial que surgió hace millones de años con los monjes budistas y pasó luego a los samurais. “Ataca las articulaciones y estrangulamientos porque era el único lugar que le quedaba libre entre las partes de las armaduras”, cuenta a Telégrafo.

 

“El Turco”, también apodado “El Sirio libanés”. (Fotos Ricardo Stinco)

 

Pero además de la parte marcial, el Jiu Jitsu tiene un gran costado deportivo. “Es el padre de las Artes Marciales Mixtas (MMA), las demás disciplinas se incorporaron después”, afirma.

En Nejmeh (que significa estrella en árabe y es además el nombre de la abuela paterna de El Turco) reina la limpieza y la pulcritud mucho antes que aparezca el coronavirus en el mundo. Todo el que entra deja sus zapatillas afuera para desplazarse sobre un piso de goma que parece recién colocado.

Aquí se practica Brazilian Jiu Jitsu, una especialización que surgió a principio de 1.900 con una familia irlandesa de apellido Gracie y puede competirse con o sin gi (kimono). La filial de Gesell representa al equipo “Nueva Unión” que tiene la central en Río de Janeiro.

 

“El Turco” Chamas en plena acción de entrenamiento. (Fotos Ricardo Stinco)

 

Como todos los artistas marciales, Chamas sostiene que el Jiu Jitsu es “un estilo de vida” que puede practicarse a cualquier edad. Sin embargo, la gran diferencia con las demás disciplinas recae en que “es el arte marcial más efectivo sin armas”. “Demostrado por nosotros y todos los artistas marciales del mundo”, aclara.

La lucha -de piso y full contact- permite que aunque el luchador haya sido derribado, siga peleando. “Es 100 por ciento equilibrio, ahorro de energía y distribución de la fuerza”, dice el artista marcial y resume: “Es jugar al ajedrez con el cuerpo, se llega al jaque mate cuando uno de los dos se rinde”.




“Las artes marciales te enseñan que no todo se resuelve peleando”

Corría el año 2005 cuando Javier Pérez llegó a Villa Gesell y se instaló a vivir. Tenía 18 años y la primera persona que conoció fue quien se convirtió pronto en su maestro de Taekwondo, el Sabonim José Demaro.

“Me insistió que empezara a entrenar hasta que me convenció”, cuenta el joven que tiempo después llegó a lo más alto de las competencias internacionales.

Pérez fue dos veces subcampeón del mundo, en Inglaterra en 2016 y en Argentina en 2018 donde perdió las finales con un escocés y un inglés respectivamente. Además, el artista marcial que hoy también es docente y dirige una escuela de Taekwondo fue campeón argentino, metropolitano y ganó la copa de verano en reiteradas oportunidades.

 

Pérez, multicampeón en el exterior y en la Argentina. (Fotos Ricardo Stinco)

 

“El Taekwondo es un arte marcial de origen coreana creada por el General Choi Hong Hi. Enseña básicamente respeto y a tener autocontrol, sobre todo a los más chicos, para que no sean agresivos ni se peleen más allá del doyang (lugar de práctica)”, explica en diálogo con Telégrafo.

Según Pérez cinco son los principios básicos del Taekwondo: cortesía, integridad, perseverancia, autocontrol y espíritu indomable.

“Una gran diferencia con los deportes de contacto es que acá se sigue una filosofía de vida y hay una cuestión importante en cuanto a la jerarquía y el respeto por los mayores que hace mucho tiempo entrenan”, cuenta y agrega que “las artes marciales te dan seguridad, te enseñan que no todo se resuelve discutiendo y peleando”.

 

En sus prácticas del taekwondo Pérez pregona cortesía, integridad, perseverancia y autocontrol. (Fotos Ricardo Stinco)

 

Desde 2019 a la actualidad, Pérez junto al maestro Alejandro Yapuncic, conducen una filial de la Academia Superior de Taekwondo (AST) en Villa Gesell y General Madariaga.

Además, desde hace algunos años, el joven practica Kickboxing. En 2016 ganó su primer cinturón de esta especialidad y tres años más tarde se consagró campeón argentino, título que no pudo defender en 2020 debido a la pandemia del coronavirus.




“El Sipalki-do es saber defenderse o atacar en el momento que sea preciso”

Mariano Patricio Pedernera tiene 40 años y desde muy chico practica Sipalki-do, su padre era profesor. “Él me enseñaba sin cinturones, sin rendir”, dice. Luego, recién llegado a Villa Gesell comenzó a estudiar de manera formal con el sabom Hernán Garattoni (actual cuarto dan de la Federación Mundial) y hace tres años se recibió de cinturón negro primer dan, tras siete años de aprendizaje.

Cuenta Pedernera que el Sipalki-do es una disciplina marcial de origen coreano que se remonta a la época de los mongoles y se estableció en Argentina en la década del ’70 de la mano del gran maestro Soo Nam Yoo 10 Dan. Luego empezó a difundirlo por todo el país.

“Sipalki-do significa el camino de las 18 técnicas. Trabaja en lo físico pero también en lo mental y sobre todo en el control de uno mismo”, afirma y agrega: “Me dio mucha tranquilidad, empecé a tener más calma y control de mis actitudes”.

Pedernera, hijo de un profesor de Sipalki-do, decidió nunca competir formalmente. (Fotos Ricardo Stinco)

 

El artista marcial decidió nunca participar en torneos. “No lo tomé como algo para medirme con los demás sino como algo para mí mismo”, sostiene a la vez que afirma que “el Sipalki-do es saber defenderse o atacar en el momento que sea preciso”.

Tal como otras artes marciales, el Sipalki-do puede aprenderse a cualquier edad, “porque es un desafío con uno mismo”. “Solo se necesita tener constancia, disciplina, perseverancia y querer lograrlo”, reflexiona el ahora geselino.

 

Patricio afirma que el Sipalki-do también puede aprenderse a cualquier edad. (Fotos Ricardo Stinco)

 

 

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