La costa atlántica en la mira de un potencial derrame de petróleo

Mientras el presidente Alberto Fernández reafirmó su intención de brindar “el máximo impulso a la actividad petrolera y gasífera” y anunció el envío al Congreso de la Nación de un proyecto de ley para “promover el desarrollo regional, garantizar el autoabastecimiento, dar previsibilidad a la industria y aumentar el ingreso de divisas”, desde Greenpeace Argentina insisten en el peligro inminente de permitir la explotación de hidrocarburos en el Mar Argentino.

Hay 100% de probabilidad que ocurran derrames con consecuencias imposibles de mitigar”. Así lo afirman desde la ONG ambientalista basándose en un informe realizado por la Universidad del Centro de la Provincia de Buenos Aires. 

Hablan principalmente del CAN 100, el bloque más grande de la cuenca Argentina Norte que está ubicado a la altura de Mar del Plata y tiene un tamaño de 75 veces la Ciudad de Buenos Aires. “El tema es que las corrientes harían que en poquito tiempo el derrame llegue a todas las ciudades de la costa y en 21 días viaje a Uruguay”, explicó en diálogo con Telégrafo Victoria Menghini, coordinadora de prensa de Greenpeace. A ese resultado llegaron desde la ONG luego de recrear un potencial derrame.

 

 

El bloque podría ser perforado por la noruega Equinor, que en mayo de este año presentó un “Aviso de proyecto” para su explotación. Fue en 2019 cuando el Gobierno Nacional adjudicó la licitación para ampliar la frontera de explotación petrolera en la plataforma continental argentina. 

Para la empresa el riesgo es ínfimo, han llevado la posibilidad de derrame a un mínimo necesario”, denunció la mujer en referencia al estudio de impacto ambiental que desde la firma presentaron en julio de este año. Pero aclaró: “Una vez que ocurre es imposible amortiguar el daño que produce”.




Cuáles serían las consecuencias

Por un lado, la contaminación de petróleo sobre las costas afectaría a la principal actividad económica que tiene Mar del Plata, Mar Chiquita, Gesell, Pinamar y tantas localidades atlánticas: el turismo. Sin embargo, la que también se vería perjudicada es la biodiversidad marina y eso disminuiría directamente la capacidad del océano de producir oxígeno (en condiciones normales suma entre el 50 y el 80% de ese componente a la atmósfera) que en esta zona se logra gracias a la existencia del fitoplancton.

 

Greenpeace recreó uno de esos potenciales derrames para evaluar sus impactos, y concluyó que llegaría a las costas de Buenos Aires en 11 días y que se extendería hasta las costas uruguayas en 21.

 

Además, la pesca de la que viven muchas ciudades costeras se vería altamente afectada

Menghini señaló: “A la par, el océano permite absorber el dióxido de carbono y el metano que se emiten en la producción de hidrocarburos y cuando esos compuestos están en exceso el agua se empieza a acidificar, la biodiversidad empieza a morir y otra vez deja de producir oxígeno”.

“Es decir, por más que no haya derrames, la explotación de hidrocarburos nos estaría afectando igual”, señaló la referente de la ONG ambiental y resaltó que tampoco, al estar contaminado, el océano puede hacer correctamente la distribución de calor y afecta de manera directa al calentamiento global.

 

Un estudio de la UNICEN afirma que existen 100 por ciento de probabilidades de derrames de petróleo por la operación petrolera offshore en el Mar Argentino. (Foto Greenpeace)

 

¿Cuándo podría comenzar la explotación?

Tras haber contado con el aval del Ministerio de Desarrollo Productivo, el proyecto que le permite a la empresa noruega Equinor comenzar a explotar el bloque CAN 100 se encuentra siendo tratado en la última comisión del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible. De ser aprobado, se iniciaría la etapa industrial: exploración sísmica, perforación para analizar el petróleo y luego la explotación propiamente dicha para la producción. 




Sobre las declaraciones del presidente

“Nosotros no queremos que se dejen de hacer inversiones en energía, todo lo contrario, apostamos a que las hagan, pero no en hidrocarburos, buscamos que pasen a energías limpias”, sostienen desde Greenpeace. En nuestro país no solo existen antecedentes sino que además “hay gran potencial de por ejemplo eólica en la Patagonia, solar en el norte, hidráulica en el centro”.

De esa manera, reafirman los ambientalistas, se puede frenar un poco la producción de dióxido de carbono. 

“Además el apoyo a la Ley de Hidrocarburos va en contra del Acuerdo de París que se firmó en 2016 en el que la Argentina y otros gobiernos se comprometieron a disminuir la emisión de ese gas para bajar la temperatura del planeta, de hecho el propio Fernández lo recordó en la última cumbre sobre cambio climático de la región que se realizó hace pocos días”, dijo la coordinadora de prensa y concluyó: “Entonces, es contradictorio”.

 

 

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