Estaba prófugo por 29 estafas y lo encontraron en Villa Gesell

Luego de una intensa búsqueda que incluyó escuchas telefónicas, la Oficina de Búsqueda de Prófugos de la unidad especializada dio en Villa Gesell con el paradero de un sujeto al que se le imputan asociación ilícita y 29 casos de estafas a personas que pagaron señas por vehículos que no les fueron entregados.

Así lo informaron desde la Unidad Fiscal Especializada en Investigación Criminal Compleja (UFECRI), a cargo del fiscal José María Campagnoli. El detenido es un hombre de 30 años que se encontraba prófugo.




La detención fue motorizada desde la Oficina de Búsqueda de Prófugos de la UFECRI, que intervino en el caso a pedido de la Fiscalía Nacional y Correccional N°56. La misma había sido ordenada el 9 de febrero pasado por el titular del Juzgado Nacional y Correccional N°56 a pedido de la fiscalía. 

El 17 de ese mes fue allanado sin éxito el domicilio del imputado en Villa Domínico, partido de Avellaneda, aunque se dispuso el secuestro de documentación del buscado y de su pareja. 

De las averiguaciones practicadas durante esa diligencia, los investigadores fortalecieron la sospecha sobre que el imputado se encontraba junto a su pareja en la ciudad de Villa Gesell, donde además viven sus padres.

Tras intervenir los teléfonos de la pareja del imputado, los investigadores determinaron -a partir de las conversaciones- su localización. De esa forma, el hombre fue detenido por personal de la Policía de la Ciudad y trasladado a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

 

 

La acusación

Las estafas que se imputan al sujeto detenido se llevaron a cabo entre septiembre y diciembre del año pasado desde una concesionaria de automóviles ubicada en la avenida Independencia al 3.400.

Las víctimas de 29 hechos de estafa declararon en la causa el perjuicio patrimonial que les ocasionó el imputado, quien ofrecía a la venta camionetas de alta gama desde un sitio de compra venta en línea. 

En los 29 casos acreditados, las víctimas abonaron sumas en miles de dólares y de hasta cerca de un millón de pesos en concepto de reserva de las unidades.


Organización frente a la estafa

Los testimonios fueron coincidentes: después de abonar o transferir el dinero a cuentas bancarias de la empresa, comenzaron los problemas con la entrega de la documentación y/o de las unidades. 

Uno a uno, los damnificados se fueron conociendo en la puerta de la concesionaria con el mismo reclamo. Ese también fue el inicio de su organización frente a la estafa, dado que se reunieron en un grupo de Whatsapp y luego difundieron la situación en redes sociales.

Otros damnificados y damnificadas se enteraron por esa vía. Y hubo otras que se supieron víctimas cuando se presentaron en el local de ventas a seguir con los trámites y se encontraron con una guardia policial en la puerta.

 

 

En el primero de los casos denunciados, el damnificado -a quien, como a la mayoría, habían prometido devolverle el dinero días más tarde- pasó por la concesionaria de noche y vio que se estaba realizando una mudanza, por lo cual llamó a la policía.

La fiscalía individualizó a tres responsables de la maniobra, entre ellos el ahora detenido, otro varón y una mujer.

Una empresa creada “con fines espurios”

En esta línea, se precisó que no se trató de un mero incumplimiento contractual -como podría conjeturarse si se evalúa cada caso de forma individual- sino de un despliegue de un conjunto de hechos delictivos perpetrados desde la concesionaria.

De acuerdo con la investigación, al momento de los hechos la empresa llevaba cinco meses funcionando, por lo cual el MPF estimó que fue creada para fines espurios. En efecto, determinó que en varios casos se hicieron promesas de venta a distintas personas de un mismo vehículo y que las maniobras consistieron en brindar información a las personas damnificadas con numeraciones de los vehículos inexistentes.

 

 

La fiscalía tuvo en cuenta que la firma comercial fue registrada en febrero de 2020 y que poco tiempo después comenzó a funcionar perpetrando las estafas, con lo cual -indicó- la conducta refleja el acuerdo previo que prevé la figura de asociación ilícita para quienes la integren.

La investigación determinó que el ahora detenido fue quien alquiló el local, constituyó la sociedad comercial y era titular de las cuentas bancarias donde se recibieron las transferencias de dinero por parte de las personas damnificadas, como también de las líneas telefónicas vinculadas a la empresa.


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