Se celebra el Festival de Aves Migratorias en la albufera de Mar Chiquita
El 4° Festival de Aves Migratorias Albufera de Mar Chiquita se celebrará entre el 12 y el 13 de noviembre con charlas virtuales de especialistas y actividades presenciales gratuitas, como salidas de observación y caminatas.
Es una iniciativa de la Fundación Verdepampa, junto a varias instituciones locales y regionales que “piensan un evento para reunir a la comunidad y darle la bienvenida a las aves que llegan en esa fecha a Mar Chiquita”, según resaltaron desde la organización.
Las actividades presenciales se llevarán a cabo en diferentes instituciones del Balneario Parque Mar Chiquita de forma libre y gratuita.
Entre las acciones más destacadas están las salidas de observación de aves, caminata yuyera, visitas a la escuela sustentable, clases de yoga, feria agroecológica, espectáculos musicales y talleres.
El encuentro organizado por la Fundación Verdepampa fue reconocido este año por la secretaría de Gestión Cultural del Ministerio de Cultura de la Nación dentro del programa “Festivales Argentinos”, destinado a fomentar la organización de celebraciones culturales de carácter popular, con el objetivo de potenciar las capacidades de gestión local, el desarrollo de las economías regionales y el turismo cultural.
“El espacio es una celebración de la llegada de las aves migratorias a la Albufera Mar Chiquita. No es una fiesta pensada para unos pocos entendidos, iniciados o aficionados a la observación de aves”, enfatizaron.
Por su parte, el presidente de la Fundación Verdepampa, Hugo Gribman, recalcó que el festival “es para todos y cuenta con expositores de renombre, avistajes de aves, clases de yoga y juegos, concursos artísticos y shows musicales para celebrar y disfrutar de nuestro contacto con la naturaleza”.
Además del festival, la entidad trabaja en tareas de educación para la conservación, protección del ambiente y la difusión de las problemáticas específicas del sudeste bonaerense. “Estos dos días son para encontrarnos, divertirnos, aprender y dejarnos sorprender por la naturaleza”, finalizó Gribman.
El cronograma completo se puede consultar al hacer clic en este enlace.
La llegada de las aves migratorias
Este es uno de los hechos más fascinantes de la naturaleza. ¿Por qué ciertas aves realizan año tras año el esfuerzo de migrar recorriendo miles de kilómetros?
Las aves migratorias saben perfectamente cuándo partir, hacia dónde, cómo llevarán adelante ese viaje y para qué. Estos viajes no tienen principio ni final, son ciclos continuos.
Desde @VialidadNac aprueban obras de pavimento para Camet Norte y Santa Clara del Mar. https://t.co/XeacECJhNm pic.twitter.com/EUTXQoNj5A
— Telégrafo (@telegraficos) November 6, 2021
Muchas necesitan un lugar apto para su reproducción, que les proporcione clima y alimento para criar a sus pichones. Cuando esta etapa de crianza finaliza migran para descansar en ambientes más apropiados.
En esa ruta realizarán paradas en lugares especiales para alimentarse y descansar, para luego retomar su viaje e iniciar nuevamente su ciclo reproductivo. No todas inician su migración desde el mismo lugar.
La Albufera Mar Chiquita y sus áreas circundantes constituyen sitios donde diversas aves migratorias descansan, se alimentan o anidan para su reproducción y crianza.
Son tres tipos distintos de migraciones las que convergen en Mar Chiquita. El playero rojizo, el playerito rabadilla blanca, y la becasa de mar son algunas de las aves que llegan en primavera desde el hemisferio norte (migradoras neárticas) cuando han concluido su ciclo reproductivo en el Ártico.
Las migradoras patagónicas como el sobrepuesto, la golondrina patagónica, la remolinera común, el chorlito doble collar, el chorlito pecho canela y la gaviota cangrejera, terminada la temporada de cría viajan hacia el norte en otoño.
Al tercer grupo pertenecen el pico de plata, el suirirí real, el churrinche, la tijereta, el picaflor común y golondrina ceja blanca, y llegan desde el centro-norte de América del Sur en primavera-verano para nidificar.
“Tanto esfuerzo, perseverancia y lealtad para con el mandato de la naturaleza merecen un festejo”, cerraron desde la Fundación Verdepampa.
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