Heroína: la década perdida de los Estados Unidos
La sobredosis de droga ya es la causa de muerte más común entre los estadounidenses menores de 50 años. Con lo sucedido en 2016, año en el cual las drogas mataron a más personas que nunca en el país norteamericano, el boom de la heroína cumplió diez años de escalada consecutiva.
Según The New York Times, el año pasado las drogas mataron a 59.700 personas (una proyección a partir de datos oficiales del primer semestre y que continúa el ascenso desde los 47.000 de 2014 y los 52.400 de 2015). Del total de esas muertes, unas 35.000 fueron por consumo de heroína sola o cortada con opiáceos sintéticos ilegales.
“La información disponible sugiere que el problema seguirá empeorando durante 2017”, especificó al respecto Nora Volkow, directora del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA) en diálogo con el diario El País de España.
“Esta tendencia es el resultado de una crisis de salud pública alarmante. La sobredosis de droga ya es la causa de muerte más común entre los americanos menores de 50 años”, afirmó la especialista sobre la terrible problemática.
En Florida, uno de los Estados más castigados por la plaga, murieron más de 4.000 personas en 2016 por sobredosis relacionadas con opiáceos. Las estadísticas públicas registraron de 2014 a 2015 un incremento de más del 100% en muertes por heroína y fentanilo.
El gobernador Rick Scott, declaró en mayo último el estado de emergencia sanitaria y asignó millones de dólares para el próximo bienio dedicada a la prevención, el tratamiento y la rehabilitación. Los adictos, reconoció, “son hijos, hijas, madres, padres, hermanas, hermanos y amigos y sus tragedias dejan a sus seres queridos buscando respuestas”.
Estados Unidos suma un 5% de la población mundial pero consume el 80% del mercado global de opiáceos farmacológicos.
Según describe en su artículo el citado medio ibérico, las cifras de la epidemia son desmesuradas. En 2015 dos millones de estadounidenses tuvieron problemas con opiáceos de receta y 591.000 con heroína. Esta droga supuso ese año un costo social de 51.000 millones de dólares, prácticamente lo mismo que el nuevo aumento para gasto militar anunciado por la Casa Blanca.
La situación es tan delicada, que policías y bomberos han empezado a portar dosis de naloxona, un antídoto urgente para sobredosis, para intervenir en los casos que se encuentran en las calles.