La combinación entre cloro y orina aumenta el riesgo de enfermedades respiratorias
Un grupo de científicos ha conseguido desarrollar una prueba capaz de medir la cantidad de orina que hay en una piscina (hasta 75 litros en una pública) y comprobó que la reacción química generada por ambos elementos crea una sustancia que se ha asociado al asma y otros problemas respiratorios.
Parece que orinar dentro de la piscina se ha convertido en una costumbre extendida desde hace tiempo, incluso los nadadores profesionales han admitido que lo hacen durante las sesiones de entrenamiento más rigurosas, con el argumento de que el cloro «lo mata todo». Sin embargo, esto no es verdad.
El tricloruro de nitrógeno, conocido también como tricloramina, se forma cuando la urea que contiene el pis reacciona con el cloro, el desinfectante que se usa para el agua de las piscinas.
Por suerte para los nadadores, es solo el tricloruro de nitrógeno puro el que provoca una reacción explosiva: el hecho de que esté mezclado con agua y otras sustancias en la piscina es un dato tranquilizador. Aún así, una investigación sugiere que la tricloramina, entre otras sustancias que se producen al orinar en agua clorada, como la cloramina y la dicloramina, está relacionada con la irritación de los ojos y de las vías respiratorias superiores.
Resulta irónico que el cloro que usamos para matar las bacterias y proteger la salud de los nadadores participe en la creación de químicos tóxicos. Pero no solo eso: el aroma que relacionamos con una piscina limpia es en realidad el hedor del tricloruro de nitrógeno y un indicador inconfundible de que en esa piscina hay mucha orina.
Según difunde el diario El País de España en un artículo al respecto, los científicos que midieron el nivel de orina en el agua, una piscina de 830.000 litros (un tercio de una olímpica) informaron que la misma puede contener hasta 75 litros de pis, que puede reaccionar y formar tricloruro de nitrógeno. Puede no parecer una cantidad muy elevada pero la toxicidad de los químicos depende tanto de la dosis como de la frecuencia de la exposición, de modo que incluso pequeños niveles de tricloramina tendrán efectos adversos para la salud.