¿Qué hacer al encontrar un delfín en la costa?
Ante la aparición frecuente de cachorros de delfín franciscana, la Fundación Mundo Marino elaboró un instructivo para turistas y locales sobre cómo actuar en caso de hallarlos en la costa bonaerense.
En principio, desde la entidad señalaron que ante esa situación es importante comunicarse de manera urgente con personal idóneo. El número de teléfono del Centro de Rescate de la Fundación Mundo Marino ante urgencias es el (02252) 43-0300 o se puede contactar a la Prefectura Naval Argentina al 106.
En cuanto al ejemplar, es necesario tratar siempre de mantener al animal en poca agua, con su espiráculo -orificio por el cual respiran ubicado en su cabeza- fuera del agua.
“No hay que intentar reintroducirlo al mar porque el animal que se vara está débil y por esa razón puede ingresar agua en sus pulmones agravando aún más su situación”, explicaron.
Otro punto fundamental es, siempre que el animal esté vivo, alejar a la gente para que no se estrese, y con la asistencia de 1 o 2 personas, se lo debe mantener húmedo.
Para discernir si el animal se encuentra vivo hay que observar que el espiráculo no se mantenga cerrado, ya que es a través de ese orificio por donde realiza el intercambio de gases con los pulmones.
En caso de encontrarse muerto, no hay que acercarse por el riesgo sanitario que puede implicar.
Sobre el delfín franciscana
La franciscana es un cetáceo que solo habita en las costas del sur de Brasil, Uruguay y Argentina hasta el norte de la provincia de Chubut. Se lo considera el cetáceo más amenazado de la costa atlántica de América del Sur.
En este sentido, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) considera como “vulnerable” su estado de conversación.
Cabe recordar que el delfín franciscana lamentablemente fue noticia en el verano de 2016 cuando unos turistas tomaron un ejemplar de su especie de la playa para tomarse una selfie, ocasionando la muerte del animal. Lo mismo sucedió un año después, en enero de 2017, pero en las playas de San Bernardo.
Su vulnerabilidad se debe a que es un cetáceo de comportamiento costero que elige aguas de no más de 30 a 35 metros de profundidad y suelen vivir a una distancia muy cercana a la costa, casi detrás de la rompiente de olas.
Esta característica hace que sea una especie amenazada tanto por la pesca incidental y el tráfico marítimo como por la contaminación química y acústica.
Solo en la Provincia de Buenos Aires se calcula que mueren anualmente entre 500 a 800 ejemplares por quedar atrapados en redes de pesca.
Esta especie es residente de la costa bonaerense por lo que puede ser vista a lo largo de todo el año. Su nombre vulgar “franciscana” se inspira en el color pardo amarillento de la vestimenta de los sacerdotes franciscanos.
Debe estar conectado para enviar un comentario.