La contaminación lumínica durante la pandemia se redujo hasta la mitad

Una serie de estudios científicos realizados en Europa muestran que la contaminación lumínica se redujo hasta la mitad durante los peores días de la pandemia. El avance de la oscuridad, especificaron los especialistas, no se debió a un apagón de luces sino que la mejora vino de la reducción del tráfico automovilístico y aéreo.

Al haber menos vehículos y aviones, hubo menores emisiones, la atmósfera se limpió más y así dejó que la luz emitida desde la superficie de la Tierra escapara al espacio.

Como la atmosférica o la sonora, la contaminación lumínica tiene un impacto muy fuerte en los ecosistemas, sobre todo en muchas especies de animales o en la propia salud humana.

Los científicos han aprovechado el experimento natural que fueron los días de confinamiento de los meses de marzo o abril en cielos como los de Berlín, en Alemania, o Granada, en España.

 

 

España

Por un lado figura el trabajo realizado desde el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA) y las universidades Complutense y de Exeter (Reino Unido), desde donde se revisaron las imágenes de un satélite de la NASA que barre la península a las 01:30 de la madrugada (y otra vez por el día). Se centraron en las pasadas de los días de marzo, abril y mayo de este año y los dos anteriores. En tierra, usaron tres instrumentos SQM, una especie de fotómetros que miden la luminancia del brillo nocturno. Y completaron el trabajo con los registros de este brillo tomados desde el observatorio astronómico de Sierra Nevada.

“Observamos que se redujo la contaminación lumínica en la primera parte de la noche”, dice el investigador del IAA Máximo Bustamante, principal autor de la investigación, en un artículo al respecto del diario El País de España.

En concreto, la emisión directa de luz desde las últimas horas de la tarde hasta las 12 de la noche bajó en un 20%. Un porcentaje que se elevó hasta el 40% en la banda del azul, la que emite la mayor parte de la tecnología LED desplegada. Pasada la medianoche, la bajada respecto a los mismos días de los años anteriores apenas llegó al 10%.

 

 

Alemania

El otro trabajo que confirma el enorme peso de la reducción de las emisiones en la atmósfera durante el confinamiento fue el realizado en Berlín. Un grupo de científicos que lleva años estudiando la contaminación lumínica de la capital alemana observó que en marzo de este año la luz captada por el satélite (el mismo que pasaba sobre Granada) fue aún mayor que la registrada en 2017. El confinamiento en Alemania, por cierto, no fue tan duro como el de España en ese entonces.

Sobre el terreno, los autores de este estudio midieron el brillo nocturno con unas cámaras adaptadas en 12 puntos a medida que se alejaban de la Alexanderplatz, el centro de Berlín. Registraron un descenso del brillo nocturno del 20% dentro de la ciudad y hasta del 50% a unos 60 kilómetros a pesar de que las 34.500 luces de su alumbrado público siguieron encendidas.

 

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