El índice del 16% de inflación mayorista anticipa más subas en los próximos meses

La inflación mayorista de septiembre del 16 por ciento es por lejos la más alta de la gestión Cambiemos. En segundo lugar quedó el 8,8 de enero de 2016. Después siguen los aumentos registrados en mayo y junio de este año, del 7,5 y 6,5 por ciento, respectivamente. Pero además, es la suba de precios mayorista más alta desde marzo de 2002, cuando el índice llegó al 20 por ciento mensual.

Los precios mayoristas se miden a la salida de la fábrica sumando el neto entre impuestos y subsidios. En consiguiente, a esos precios se abastece el canal mayorista y los distribuidores, que trasladan más o menos gradualmente los valores al minorista.

Los precios mayoristas del Indec acumulan un alza del 74 por ciento en los últimos doce meses, mientras que la inflación minorista, un 40,5 por ciento. Esa brecha tenderá a cerrarse porque los minoristas buscan compensar la suba de costos con mayores precios al consumidor y no con rentabilidad propia.

El único dique de contención para los próximos meses es el fuerte deterioro del poder adquisitivo, que impacta en el retroceso del consumo

El descontrol en los precios mayoristas se produjo por la fuerte devaluación del peso. Con el consiguiente movimiento de los combustibles, los productos primarios subieron 18,1 por ciento en septiembre, mientras que los manufacturados lo hicieron en un 14,7 por ciento.

Los precios de los textiles, productos químicos, de caucho y plástico, siderúrgicos, aparatos eléctricos y autos subieron en el orden del 20 por ciento frente a agosto. Para tener una idea de esa magnitud cabe recordar que a fines del año pasado el gobierno había definido una meta del 15 por ciento de inflación minorista para todo el 2018.

 

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