Abuelas de Plaza de Mayo confirmó la aparición de la nieta 129

Es hija de Norma Síntora –quien a la fecha permanece desaparecida- y Carlos Alberto Solsona, quien está vivo y podrá abrazar a su hija, la nieta restituida 129, tras más de 40 años de ausencia. El anuncio lo hizo la organización Abuelas de Plaza de Mayo, la cual volvió a pedir que “rompamos el silencio”. “El tiempo es hoy, los nietos y nietas ya tienen entre 39 y 45 años, ayudemos a reparar las heridas que la dictadura nos dejó”, destacaron.

Norma y Carlos se conocieron en Córdoba, en 1968. Se casaron en 1975 y un año después nació su primer hijo, Marcos. Ambos eran militantes del Partido Revolucionario de los Trabajadores-Ejército Revolucionario del Pueblo (PRT-ERP).

 

 

En mayo de 1977, Norma cursaba el embarazo de su segundo hijo cuando fue secuestrada en la localidad bonaerense de Moreno, junto a un matrimonio amigo, y hasta el día de hoy los tres permanecen desaparecidos. Al momento del secuestro, su compañero se encontraba fuera del país y luego debió exiliarse, según relató Abuelas en un comunicado.

“Nada más se supo de Norma ni del bebé nacido/a en cautiverio. Se presume que, por la zona del secuestro, podría haber sido llevada a Campo de Mayo, donde habría dado a luz en alguna de las maternidades de ese centro clandestino de detención”, agregaron.

Marcos, el hijo mayor de Norma y Carlos, creció con sus abuelos y cuando cumplió 10 años se produjo el reencuentro con su padre en el exterior. Desde la organización de derechos humanos recalcaron que existen registro de denuncias tempranas en la filial Abuelas de Córdoba sobre la desaparición de Norma, embarazada de ocho meses.

«Su papá Carlos, sus hermanos Marcos y Martín y sus sobrinos la esperan para abrazarla y reconstruir más de 40 años de historia arrebatados por el terrorismo de Estado»

La historia comienza a aclararse en 2012, cuando Abuelas recibe información que daba cuenta de una posible apropiación. En 2013, el equipo de “Aproximación del área de Investigación” de la entidad, contactó a la presunta hija de desaparecidos que vivía en el exterior para invitarla a realizarse el examen de ADN.

Tras una primera comunicación, la mujer se negó a realizarse la prueba genética, hasta 2017 cuando fue incentivada por un allegado a buscar su origen. Hace dos semanas la nueva nieta ingresó al país, se presentó ante la Justicia y, con intervención del equipo interdisciplinario de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI), aceptó realizarse voluntariamente el análisis en el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG).

 

 

El estudio indicó que “es hija de Norma Síntora y Carlos Alberto Solsona”. “Abuelas notificó a su papá y a sus hermanos sobre el encuentro, quienes viajaron hasta aquí para conocer todos los detalles del caso», ampliaron.

“Su papá Carlos, sus hermanos Marcos y Martín y sus sobrinos la esperan para abrazarla y reconstruir más de 40 años de historia arrebatados por el terrorismo de Estado. Pedimos, como siempre que anunciamos una restitución, que se respeten los tiempos y la privacidad de las víctimas y sus familias para no obstaculizar este proceso tan sensible y delicado”, subrayaron desde Abuelas.

Trama de complicidad

Por último, en el tramo final del comunicado, Abuelas tomó como referencia las particularidades de este caso para reflexionar sobre “la trama de complicidad que conlleva el delito de apropiación de identidad y la necesidad de que toda la sociedad se comprometa a resolverlo”.

“El encuentro de Carlos con su hija no habría sido posible de no haber recibido las informaciones acercadas desde la sociedad, no podría haberse constituido como caso si el Estado no se hubiera comprometido con la búsqueda, y a esto se suma el acompañamiento de su amigo que la guió para que se sacara las dudas sobre lo que la restitución implicaba”, enfatizaron.

Si tenés dudas sobre tu identidad o conocés a alguien que puede ser hijo de desaparecidos, contactate con Abuelas: 011-4384-0983. Te estamos esperando.

A esta enumeración, agregaron “las gestiones con los consulados de Argentina en otros países, la labor de la Unidad Fiscal de Investigación, del Juzgado Número 12, de la CONADI, el BNDG y de nuestros colaboradores”.

“Todos y cada uno de los eslabones de esta cadena han hecho posible que la #Nieta129 vuelva a casa. Por eso repetimos: rompamos el silencio, el tiempo es hoy, los nietos y nietas ya tienen entre 39 y 45 años, ayudemos a reparar las heridas que la dictadura nos dejó”, concluyeron.

 

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