El genocida nació en una pequeña localidad cercana a la frontera alemana, Braunau am Inn, y la casa en la que vivió apenas un par de semanas, dejará de existir próximamente. Así lo dictaminó el ministro del Interior austriaco, Wolfgang Sobotka, en declaraciones al diario Die Presse, tras un debate de tres años sobre qué hacer con la construcción donde habitó Adolf Hitler.
Antes de determinar la demolición, se habían barajado otras opciones como la instauración de un monumento que recuerde el horror que trajo al mundo. Según reseña el diario El País de España, es el caso del politólogo austriaco Andreas Maislinger, quien hace 16 años se esfuerza por sacar adelante el proyecto que bautizó como “Casa de la Responsabilidad”, un lugar donde jóvenes de todo el mundo pudieran discutir sobre los errores del pasado y los retos del presente y futuro.
Sin embargo, la decisión finalmente adoptada será otra y se seguirá de esta forma el consejo de una comisión de expertos, en la que ha participado, además de historiadores y funcionarios, el representante de la comunidad judía en Austria. El objetivo primordial de las autoridades del país es impedir que el número 15 de la calle Salzburger Vorstadt de Braunau caiga en manos equivocadas y se convierta en lugar de peregrinaje de los nostálgicos del nazismo. Para esto, se estableció que el nuevo espacio deberá estar ocupado por una organización social o un organismo público.