Erosión, escolleras y balnearios: cuidar las playas no es solo no tirar basura

Así lo explica un informe elaborado por el Conicet, el cual da cuenta de las numerosas acciones humanas que influyen en el ambiente costero y generan deterioro de la calidad de las playas y procesos erosivos. No solo no tirar basura es cuidar las playas, sino que hay mucho por prevenir.

Entre las principales causas de la degradación, se menciona la urbanización y construcción sobre el borde costero, la extracción minera de arena y la construcción de defensas costeras sin adecuado planeamiento.

En este sentido, Alejandra Merlotto, geógrafa e investigadora asistente del Conicet que estudia sobre la calidad ambiental de playas urbanizadas del Sudeste Bonaerense, sostuvo que la presencia de residuos en las playas es solo uno de los problemas ambientales costeros.

 

Las acciones humanas influyen en el ambiente costero (Fotos Ricardo Stinco).

 

“La erosión costera tiene un fuerte impacto en este tipo de ambientes y se visualiza con el retroceso de la línea de costa y la disminución del volumen de arena en los sectores de playa”, agregó, al tiempo que mencionó que “este proceso tiene consecuencias socioeconómicas negativas para las sociedades costeras y la actividad turística”.

Al respecto, recalcó que esto “genera la pérdida de lotes y propiedades, el deterioro y destrucción de infraestructura urbana y balnearia, la disminución de la calidad ambiental, del paisaje y del uso y disfrute del ambiente”.

Erosión

Según lo explicado por el Conicet, en la provincia de Buenos Aires hay zonas que naturalmente acumulan sedimentos, formando médanos y playas de arena, mientras que hay otras, como las costas acantiladas, que son erosivas. Cuando éstas cambian, su capacidad de respuesta se ve limitada.

Es que el proceso natural de erosión se incrementa por la urbanización de la franja costera, ya sea por edificaciones como viviendas, balnearios o el trazado de vías de comunicación sin respetar la topografía del lugar, y se eliminan así los médanos frontales que proveen de sedimento a la playa.

“Los fuertes vientos provenientes del mar transportan arena hacia el continente, pero como éste se encuentra urbanizado o forestado, la arena queda retenida o se pierde por limpieza del área urbana y los vientos desde el continente hacia el mar no pueden devolverla hacia las playas”, agregaron.

 

En Pinamar avanzaron con la remodelación de balnearios para hacerlos más sustentables (Fotos Ricardo Stinco).

 

Además, el médano costero es una de las defensas naturales de la playa frente a la acción del oleaje. Por lo tanto, si éste desaparece, cuando ocurre una tormenta el reservorio natural de arena que se retira no está y en ese caso, las olas rompen contra la infraestructura allí presente.

Por otra parte, la presencia de construcciones en el frente costero y la impermeabilización del suelo incrementan la escorrentía superficial, es decir, que el agua no se infiltra y, en su lugar genera “cauces” en la playa que arrastran arena hacia el mar.

En esta línea, Merlotto señaló que “los desagües pluviales generan además otros problemas ambientales como la contaminación de las playas, dado que en su recorrido por la ciudad reciben los efluentes de gran cantidad de conexiones clandestinas, industriales y residenciales, además de las aguas de precipitaciones, que arrastran toda la basura y desechos animales de calles, veredas y plazas”.

Espigones, escolleras y extracción

De acuerdo al informe del Conicet, los espigones y escolleras sin la adecuada planificación también afectan la dinámica costera ya que actúan reteniendo arena en su lado sur y disminuyendo el suministro de sedimentos a las playas ubicadas al norte.

“Otra de las acciones humanas que intensifica el proceso erosivo es la extracción minera de arena, que si bien está prohibida continúa realizándose en forma ilegal, aunque en menor medida”, sumó Merlotto.

Tormentas

También existen factores naturales que afectan las costas, como las tormentas dado que el oleaje producido puede alcanzar las construcciones realizadas sobre la playa y retirar un mayor volumen de arena de la zona posterior.

Esto provoca el retroceso de la línea de costa, disminuye el nivel de playa o construye pronunciadas escarpas de erosión en zonas donde se desarrollaba una suave pendiente de playa.

 

Después de las tormentas, cambia la morfología de las playas (Fotos Ricardo Stinco).

 

Balnearios

Además, las playas se ven afectadas no solo por la basura, sino también por las acciones llevadas a cabo por los balnearios durante los meses de verano, “las cuales perjudican notablemente su dinámica”, según la especialista.

Se mencionó en este sentido al alisamiento de las playas para la colocación de carpas y el tránsito vehicular en la zona de playa, que elimina o destruye las geoformas que naturalmente se formaron durante el resto del año y que actúan como defensa natural frente al oleaje.

“La presencia de infraestructura balnearia en la playa también afecta el intercambio natural de arena, y es por esto que en los últimos años, algunos municipios han comenzado a reformar las instalaciones balnearias construyendo infraestructura que favorece el transporte natural de la misma, para mitigar los procesos erosivos”, concluyó Merlotto.

 

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