Parque nacional Faro Querandí: “La biodiversidad argentina no se plebiscita, se defiende”

Luego de que una concejal de Juntos por el Cambio pidiera al Ejecutivo de Villa Gesell realizar una consulta popular para definir si la reserva natural Faro Querandí se convierte en un parque nacional, el exvicepresidente de la Administración de Parques Nacionales, Emiliano Ezcurra, fustigó la propuesta y llamó a defender “el último ecosistema de dunas vivas de la República Argentina”.

Cabe recordar que Ezcurra se desempeñó en el cargo durante la gestión de Mauricio Macri y fue uno de los principales impulsores de la protección de la reserva y su conversión en un parque nacional

En un texto difundido por sus redes sociales, el exfuncionario, activista y actual director ejecutivo de la Fundación Banco de Bosques recalcó que “la biodiversidad argentina no se plebiscita, se defiende” y consideró que avanzar en una consulta popular sería un “gravísimo precedente”.

 

 

La reserva como patrimonio 

En principio, Ezcurra explicó que la biodiversidad argentina “es el patrimonio genético de nuestra nación y así lo establecen numerosas leyes, sumado al hecho de que somos un estado miembro del Convenio de Naciones Unidas sobre la materia”.

En esta línea, agregó que la creación de parques nacionales “implica consagrar a perpetuidad muestras de nuestros ecosistemas sobresalientes, para que no se extinga ninguna de las especies allí presentes, ni su funcionalidad ecológica”.


Para no dejar dudas, el exfuncionario recalcó que “no se plebiscita la construcción de una escuela, una universidad ni un hospital”, y en materia ambiental “tampoco entonces debiera caerse en el gravísimo precedente de plebiscitar la creación de un parque nacional”. 

“Imaginen por un momento que hubiera pasado en San Juan si se plebiscitaba la creación del hoy Parque Nacional San Guillermo: segura y naturalmente los intereses mineros hubieran operado para inclinar la balanza del no y bloquear que un sector de la cordillera sea consagrado por siempre a proteger su biodiversidad y por tanto cerrarlo a esa actividad”, ejemplificó. 

Además, Ezcurra se metió en este falso debate que algunos intentan imponer en cuanto a la pérdida de patrimonio de Villa Gesell por la cesión de tierras a la Nación. “Un geselino es tan dueño de Iguazú como un misionero, o de Talampaya como un riojano, o de los glaciares como un santacruceño. Y lo mismo cabe a cualquier otro argentino o argentina”, señaló con evidente hartazgo.

 

 

Asimismo, agregó que “el país tiene leyes claras al respecto y hace 85 años que las pone en práctica para crear parques y reservas nacionales que resguardan nuestro sagrado patrimonio natural, y además, generan empleo local”. 

“Mezquindad humana” en Villa Gesell

Luego de este resumen sobre lo que implica la creación de un parque nacional, Ezcurra se refirió particularmente a lo que ha sucedido en Villa Gesell. Así, reseñó que Luis Baldo, durante su mandato como intendente, “lideró la creación de la reserva municipal Faro Querandí y dio el primer y fundamental paso de asegurar que allí no haya cemento”. 

“Hasta ahora, Gustavo Barrera -el actual intendente- propone jerarquizar más aún esa protección y dotarlo de mayor presupuesto y personal con el ascenso a la categoría de parque nacional con todos los beneficios que eso implica”, acotó. 

En tanto, Ezcurra aseguró que desde 2016, cuando Parques Nacionales y el intendente Barrera firmaron un acuerdo para crear el parque nacional Faro Querandí, “se suceden una serie de ataques promovidos por intereses particulares que dilatan ese gran salto cualitativo”.

 

 

“Muchos me dicen en Villa Gesell que hasta ahora lo del parque nacional no salió por la ‘política’: más bien no salió por mezquindad humana, por el cálculo chiquito y de mirada corta de evitar que otro se lleve el rédito o incluso peor, mantener el statu quo de debilidad jurídica y escasos recursos”, enfatizó.

Los guardaparques gladiadores

A esto, el exfuncionario entendió que si hubiese habido política, “el parque nacional ya hoy sería una realidad y no tendríamos a un puñado de gladiadores que no tienen ni para la ropa, totalmente desbordados y sub equipados, defendiendo en absoluta desventaja de las múltiples amenazas diarias que se ciernen sobre el último ecosistema de dunas vivas de la República Argentina que le garantiza biodiversidad al país y agua a cientos de vecinos”. 

“Los guardaparques municipales geselinos son una muestra de coraje, entrega y compromiso inagotable, pero ¿hasta cuando?”, se preguntó.


Ezcurra afirmó que la Argentina creó la Administración de Parques Nacionales con un fin específico y que es “motivo de orgullo nacional por el nivel de excelencia que el mundo entero reconoce en materia de gestión de áreas naturales protegidas”, mientras que “los guardaparques municipales sobradamente merecerían el reconocimiento de ser parte de parques nacionales”.

Al concluir, el exfuncionario reflexionó: “Los geselinos pueden ver a Baldo y Barrera como un radical y un peronista. O los pueden ver como dos argentinos que pueden hacer algo que los trascienda y dejar de lado la chicana no solo estúpida y estéril sino peligrosa, porque en un mundo que pide más a gritos que nunca defender la naturaleza que aún queda en pie para las futuras generaciones estas cosas ya no debieran ni discutirse”.

 

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