Murió una ballena jorobada en San Clemente y preocupan los varamientos
Un arduo y extenso operativo por una ballena jorobada varada en San Clemente del Tuyú lamentablemente terminó con la muerte del ejemplar. Desde la Fundación Mundo Marino, que asistió al animal durante sucesivas jornadas, alertaron por el aumento de varamientos en la región.
Según relataron desde la organización, una ballena jorobada (Megaptera novaeangliae) fue encontrada varada durante el sábado por la tarde, en el extremo sur de la Bahía Samborombón, a unos 600 metros frente al Faro San Antonio.
Cronología del varamiento
El animal fue hallado, en primer lugar, por un pescador de la zona. Al llegar los especialistas de la Fundación Mundo Marino, constataron que el ejemplar estaba cubierto casi en su totalidad de agua y que solo movía una de sus aletas pectorales y la aleta caudal, dado que la otra aleta pectoral se encontraba enterrada en el fondo arenoso.
Lo que se determinó, frente a esa situación, fue esperar a que subiera la marea para trabajar en maniobras de reflotación que lo liberen del cuadro de acalambramiento en que se encontraba.
Una vez que la marea subió se comenzó a mover al animal para desenterrar una de sus aletas pectorales y lograr que quedara enderezado, evitando que se dañara la aleta pectoral y a que ingresara agua por sus espiráculos.
Así se pudo direccionar, con mucho esfuerzo, al animal al canal de salida. Pero, aunque la ballena quedó libre del fondo arenoso, el aumento de la marea y del volumen de agua, hizo que los rescatistas dejaran de tener un punto de apoyo para continuar haciendo fuerza.
Además de no poder hacer pie en el lugar, comenzó a caer la noche, haciendo peligrar la seguridad personal del equipo de rescate por lo que se optó por suspender los movimientos de reflotación para retomarlos durante la mañana siguiente.
Durante la mañana de domingo, a pesar del aumento del volumen del agua y a que el animal quedó despegado del fondo arenoso, apareció mirando hacia el interior del canal, en dirección a la Tapera de López.
“Eso no fue un buen indicador. Evidentemente el animal varó, como suele suceder en el caso de varamientos individuales, por un cuadro patológico agudo”, sostuvo Sergio Rodríguez Heredia, biólogo y responsable del Centro de Rescate de la Fundación Mundo Marino.
En esta línea, agregó que a medida que bajó el volumen de agua, comenzó a soportar su propio peso contra un sustrato sólido, algo para que los cetáceos evolutivamente no están preparados.
“A partir de ese momento comienzan a generarse una cadena de fallas fisiológicas en sus organismos”, recalcó. A esto se sumó la sudestada y la tormenta eléctrica del domingo que no permitieron que el personal de asistencia ingrese nuevamente al agua.
Salió a morir
Ya el lunes el animal apareció en la orilla de la costa, sobre un cangrejal, con muy poca agua. Además de soportar su propio peso, comenzó a exponerse a la luz solar, lo cual genera lastimaduras en su piel y un cuadro de hipertermia (aumento de su temperatura corporal).
“Varó encima de un cangrejal. Un lugar incluso donde es difícil hacer pie y hacer maniobras. Cada minuto que pasó en ese estado se fue debilitando. Eso junto a lo que nos arrojaron los resultados de sangre, era claro que el animal había salido a morir. Se lo cuidó hasta último momento, protegiéndolo del sol y de viento, hasta que lamentablemente murió”, afirmó Rodríguez Heredia.
Por su parte, Andrea Cabrera, vicepresidenta de la Fundación Mundo Marino, remarcó que “a pesar del triste desenlace, nos dejó muchos aprendizajes para poder ayudar en próximos casos” ya que “cada varamiento es individual y requiere un abordaje acorde a sus circunstancias”.
Alerta por más varamientos
Según precisaron desde la Fundación Mundo Marino, el caso de la ballena jorobada en San Clemente no es aislado: en lo que va del 2021, 97 ejemplares de este tipo vararon muertas en Brasil.
En tanto, el último lunes el Instituto Gremar, de Brasil, registró el hallazgo de una ballena jorobada hembra juvenil muerta en la Playa de Enseada, ciudad de Guarujá. Fue el tercer caso en cinco días.
En Comodoro Rivadavia, Chubut, el pasado miércoles 11 de agosto, un ballena jorobada juvenil fue encontrada varada muerta. Ese mismo día, otro caso fue registrado en Claromecó, provincia de Buenos Aires.
De igual manera, durante estos últimos días, el centro de rescate SOS Fauna Marina de Uruguay registró una ballena Franca muerta en las costas de Piriápolis.
“Efectivamente se puede afirmar que hay un aumento tanto de avistamientos como de varamientos de ballenas jorobadas en la provincia de Buenos Aires desde el 2018”, explicó Gisela Giardino, docente de la cátedra de Mamíferos Marinos de la Universidad Nacional de Mar del Plata e investigadora del CONICET
En este sentido, la profesional acotó que al comparar la cantidad de varamientos entre 2010 y 2015, con los ocurridos entre 2015 y 2021, “se registró un aumento del 80%”.
“Hay que tener en cuenta que, al estar prohibida la caza de estos animales, su población ha ido en aumento. Lo cual genera que sean más frecuentes la cantidad de avistajes y también de varamientos”, sintetizó.
Por otra parte, Giardino recalcó que “el 91% de las jorobadas muertas fueron individuos jóvenes”, lo que podría indicar que, “ante la falta de experiencia, se fueron desorientando a la hora de encontrar alimento suficiente” y ser así más propensos a enfermedades.
Sin embargo, según el análisis de la Fundación respecto a ballenas jorobadas que fueron registradas en la provincia de Buenos Aires desde el año 2003, “el 30% (7 de un total de 23) mostró algún signo de interacción de origen antrópico, sea por enredos en artes de pesca o colisiones”.
Qué hacer ante varamientos
Sergio Rodríguez Heredia, biólogo y responsable del centro de rescate de la Fundación Mundo Marino, explicó qué hacer si se encuentran cetáceos varados en playa.
“Es importantísimo que las personas no se acerquen ni toquen el cuerpo del animal, como mostraron las recientes imágenes de lo ocurrido en Comodoro Rivadavia”, sostuvo.
Al concluir, enfatizó que “existe el riesgo de que transmitan una zoonosis” por lo que “esté vivo o muerto, hay que llamar a Prefectura Naval o al centro de rescate especializado más cercano”.
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