Hace 10 años la marihuana y su consumo todavía era un gran tabú, muy lejos de las políticas de Estado y la arena pública. Una remera con una chala y cara de sospechoso era suficiente para que te levante la policía. En este contexto se realizó por primera vez la Marcha de la Marihuana en Villa Gesell y una década después, aún con los avances, todavía hay camino por recorrer e ignorancia por desasnar.
El primer encuentro local de esta naturaleza fue casi fortuito. En 2012 un grupo de geselinos buscaba cómo llegar a la marcha en Mar del Plata y pensaron por qué no hacerla acá.
Algunos registros de la época dan cuenta de la situación: unos pocos, mucha capucha, gorras y anteojos de sol. Se arriesgaban a una mirada pública que aún los condenaba y los trataba de “drogadictos”.
Las marchas de los años que siguieron convocaron un poco más de público y aparecieron también los problemas con la policía y la municipalidad. Hoy la situación cambió pero hay consignas que se repiten: todavía hay presos por cultivar y el consumo adulto responsable de marihuana sigue afuera de la ecuación en las políticas de Estado.
Damián Amadeo se incorporó formalmente a la Agrupación de Cannabicultores de Villa Gesell en 2015, ahora ya convertida en asociación civil, y es su vocero. En diálogo con Telégrafo hace un repaso por estos 10 años de Marcha de la Marihuana en el distrito y los desafíos por venir entre las leyes y las políticas necesarias para una regulación integral.
Damián Amadeo, integrante de la asociación civil cannabicultora de Villa Gesell.
Consumo recreativo y la ley
-¿Qué cambió en los últimos 10 años en torno al cannabis?
-Una década, más de 20 proyectos de ley de regulación, dos leyes nacionales, agrupaciones en casi todos los municipios de la Provincia. Abuelas pidiendo cannabis, políticos buscando votantes en un segmento que antes ni existía, policías preguntando sobre aceite. Cambió mucho, casi diría que todo, si no fuera por el problema sustancial. O mejor dicho, ¿qué no cambió? A mi me siguen llevando preso. La ley 23.737 no cambió y el consumo personal recreativo sigue penado por ley.
-Se avanzó con cannabis medicinal, ahora parece avanzar la pata industrial ¿Qué falta?
-Consumo adulto responsable. Hoy en día al porro lo podes usar para comprar, vender, podés transportar, podés usarlo medicinalmente, podés desarrollarlo como una industria. Lo único que si te lo fumás, vas preso. Una locura.
No hay libertad de acceso. No puede ser que hoy por hoy te dejen cultivar pero no te dejan conseguir semillas, el Estado ni te pregunta de dónde salen las 9 plantas que te deja tener. Hacerse el boludo en ese tema es insostenible, pero tampoco es viable que se monopolice la semilla desde una perspectiva de la genética, así que otra cosa que hace falta es: políticas realistas y sin las limitaciones del prejuicio a la hora de encarar el tema de la planta de marihuana, que no sea un negocio para millonarios que se aprovechan de las enfermedades y de nosotros los activistas para seguir facturando.
-Cómo analizan la situación de los allanamientos a cultivadores, aún a los registrados en el Reprocann.
-Claramente falta un montón si todavía allanan a gente registrada. Claramente a la hora de capacitar, en el resto del país estamos atrasados. No solo en el interior del país, sino también incluso en el mismo conurbano. Acá en Villa Gesell por suerte estamos medio en una burbuja, no pasó nunca.
Una asociación civil de cannabis
En octubre de 2021, la Agrupación de Cannabicultores de Villa Gesell, pioneros en la región y faro de todas las otras organizaciones que surgieron después, se convirtió en una asociación civil.
-Sobre la agrupación en particular ¿Cómo fue el proceso para convertirse en asociación civil?
-Largo, engorroso, caro, denso. Y eso que ahora hay una ley. Me pregunto cómo habría sido sin la ley de Personerías Jurídicas. Por suerte juntamos la plata y tuvimos la paciencia y las ganas.
Pedidos que se renuevan en la Marcha de la Marihuana de Villa Gesell (Fotos Ricardo Stinco).
-¿Cómo está el vínculo con la comunidad en general?
-Estamos buscando el público recreativo. Ya nos ocupamos del medicinal, ya nos ocupamos del industrial, y yo no le doy ninguno de los dos usos, es decir, veo los avances pasar y a mi me siguen pasando por al lado. Yo fumo porro, muchos geselinos más fuman porro y es ese vínculo al que estamos apuntando ahora, con fiestas, con juegos, con comunidad en redes. Siempre esperamos que los demás avances nos lleven hacia una regulación integral, al final pasó lo contrario: fueron dejando avanzar en distintos sectores y los cultivadores quedamos atrás, como si no fuéramos nosotros los que les llevamos plantas y aceites a los que lo necesitaban mientras plantamos lo nuestro.
Este sábado la asociación civil cannabicultora de Villa Gesell realiza la primera 420Fest con la participación del DJ Set Paul Fonte y las entradas se pueden adquirir al 1123904897.
