¿Cuántas aeronaves despegan por minuto en el mundo?
La cifra es casi el ritmo medio de los latidos de un ser humano. Y se conoce en tiempos de vorágine de vuelos, con cielos saturados rumbo al porvenir inmediato (se esperan más de 37 millones de despegues ya programados) y un caudal de 4,2 millones de asientos a repartir entre las empresas por todo el planeta.
En la actualidad, la carrera por un mercado que genera más de 29.600 millones de euros en beneficios fuerza una guerra de precios sin precedentes lo que ha llevado a que sean 71 las aeronaves que levantan vuelo por minuto en el mundo.
Con una carga de pasajeros que supera el 80% promedio y un 1% de la riqueza del planeta (650.000 millones de euros) que viaje en ese tipo de transportes, el sector aéreo define por estos tiempos su porvenir para la próxima década.
Según la consultora Oliver Wyman, se calcula que durante 2027 volarán 20.000 nuevos aparatos y serán dados de baja 10.000. Esta mezcla de novedad y tecnología conduce hacia nuevos negocios. Los aviones van a acumular, a través de cientos de sensores, un volumen inmenso de información; unos 98 millones de terabytes en 2026. Un tesoro en manos de grandes procesadores de datos como Google o Microsoft.
Con el correr de los años irrumpen los vuelos directos de larga distancia y sin escalas. Llegan impulsados por una generación de aeronaves que consumen menos combustible y que viajan de otra forma. “Serán aparatos cada vez más cómodos, con acceso a Internet de alta velocidad, sistemas de entretenimiento individual bastante sofisticados y una mayor segmentación por clases”, describe David Samu, socio del sector de transportes de KPMG.
Las aerolíneas, además, se aliarán con Airbnb y Uber para que volar resulte una experiencia completa. No estarán solos. Los sistemas de entretenimiento a bordo ofrecerán realidad virtual y la tecnología ayudará a que embarcar no sea cursar un máster en paciencia.
En el exterior, el proceso de concentración de compañías podría acelerarse, en años en que las líneas aéreas chinas entran en Europa con la misma fuerza que han exhibido las de Oriente Próximo.
Regresarán los vuelos supersónicos e incluso los jets privados competirán con las líneas de bajo coste. Desde que el Concorde fuera retirado en 2003, languideció el empeño de superar la barrera del sonido. Sin embargo, los números ya cuadran y varias aerolíneas sienten la sensación de invertir de nuevo en eso. Virgin ha reservado los 10 primeros aviones supersónicos que Boom (un fabricante nutrido del talento de ingenieros de Amazon, Boeing y Lockheed Martin) pondrá en el mercado durante 2023.
Del otro lado de los servicios, la firma californiana JetSuiteX ofrece ya trayectos dentro del Estado a partir de 29 dólares (25 euros). Una idea que se podría trasladar a Europa. “El futuro pasa por la velocidad, la eficiencia energética, la seguridad y el confort”, sintetiza Samu.